Por: Redacción Criterio Diario/ Foto: Reuters
Oxfam es una confederación internacional formada por 19 organizaciones no gubernamentales, que realizan labores humanitarias en 90 países. Su lema es “trabajar con otros para combatir la pobreza y el sufrimiento”. Fue fundada originalmente en Oxford en 1942 durante la II Guerra Mundial por personas de la Sociedad Religiosa de los Amigos, del activismo social y académicos de la Universidad de Oxford, para luchar contra la hambruna.
Esta ONG dijo que se ha cerrado la compra de millones de dosis, de las cuales 51% de las dosis prometidas de vacunas contra el COVID-19 y fue por un grupo de naciones ricas -que reúne al 13 por ciento de la población mundial-, tales como Estados Unidos, Reino Unido, Japón, Suiza, Japón e Israel.
OXFAM analizó los acuerdos cerrados por las empresas que desarrollan y fabrican las cinco principales vacunas contra el coronavirus que están actualmente en la última fase de prueba. “El acceso a vacunas que salvan vidas no debería depender de dónde vives o de cuánto dinero tienes”, dijo Robert Silverman, directivo de OXFAM. “El desarrollo y aprobación de una vacuna segura y efectiva es crucial, pero igualmente importante es asegurarse de que puedan estar disponibles y ser pagadas por todos. El COVID-19 está en todos lados”, afirmó Silverman.

El grupo utilizó datos recopilados por la firma de análisis Airfinity para analizar acuerdos publicados entre gobiernos y fabricantes de vacunas. Calculó que cinco organizaciones (AstraZeneca, la rusa Gamaleya/Sputnik, Moderna, Pfizer y la china Sinovac) tienen la capacidad de producción combinada para producir 5.900 millones de dosis. Eso es suficiente para cubrir a casi 3.000 millones de personas, menos de la mitad de la población mundial, si todos necesitan dos dosis, como parece probable.
Oxfam dijo en un comunicado que ya se han firmado acordado acuerdos de suministro por 5.300 millones de dosis. De estas, 2.700 millones (51%) han sido compradas por países y territorios desarrollados, incluidos Reino Unido, Estados Unidos, Australia, Hong Kong, Macao, Japón, Suiza e Israel, así como la Unión Europea. Los 2.600 millones de dosis restantes han sido comprados o prometidos a países en desarrollo como India, Bangladesh, China, Brasil, Indonesia y México.
Aseguró que una de las principales candidatas, la vacuna de Moderna, recibió pedidos de gobiernos valorados en 2.500 millones de dólares, pero añadió que esa compañía ha vendido a naciones ricas las opciones de compra de toda su producción. Y señaló que AstraZeneca ha prometido dos tercios de las dosis que produce para los países en desarrollo.
Esa ONG, al igual que otras organizaciones, ha instado a ofrecer una “vacuna del pueblo” que sería distribuida gratuitamente y en base a las necesidades de cada país. “Eso sólo será posible si las corporaciones farmacéuticas permiten que las vacunas sean producidas compartiendo gratuitamente las patentes en vez de proteger sus monopolios y vender al mejor postor”, explicó OXFAM y agregó que el costo estimado del suministro de la vacuna a cada habitante del planeta es menor al 1 por ciento del impacto previsto en la economía mundial por el COVID-19.
“El acceso a una vacuna que salva vidas no debería depender de dónde vivas o cuánto dinero tengas”, dijo Robert Silverman de Oxfam. “El desarrollo y la aprobación de una vacuna segura y eficaz es fundamental. Pero igualmente importante es asegurarse de que las vacunas estén disponibles y sean asequibles para todos. El COVID-19 en una parte es COVID-19 en todas partes”.
¿Cuándo habrá suficientes vacunas?
Adar Poonawalla, director ejecutivo del Serum Institute of India (SII), predijo que es posible que no haya suficientes vacunas de COVID-19 hasta 2024. “Pasarán de cuatro a cinco años hasta que todos reciban la vacuna en este planeta”, le dijo Poonawalla al Financial Times.
Poonawalla estimó que si la inyección de COVID-19 es una vacuna de dos dosis, el mundo necesitaría alrededor de 15.000 millones de dosis.