Proponen a Putin para el premio Nobel de la Paz de 2021

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Por: Redacción Criterio Diario / Foto: Reuters

El presidente ruso, Vladímir Putin, ha sido propuesto para el Premio Nobel de la Paz de 2021, galardón al que también aspira el mandatario estadounidense, Donald Trump, anunció hoy el escritor Serguéi Komkov.

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Komkov, director de la revista “President”, explicó que sólo después de su propuesta un parlamentario noruego propuso conceder el premio a Trump por su apoyo al acuerdo entre Israel y los Emiratos Árabes Unidos.

“Nuestro aspirante es el número uno. La propuesta fue enviada el 9 de septiembre y el 10 ya había sido recibida por el comité Nobel en Oslo”, dijo Komkov en una rueda de prensa en la agencia Rosbalt.

En cuanto al motivo de su iniciativa, el escritor, que es apoderado del jefe del Kremlin, explicó que es apoyada por las principales personalidades de la cultura rusa y la ciencia rusas.

“Como dirigente de uno de los principales países del mundo, él hace el máximo esfuerzo en mantener la paz y la tranquilidad no sólo en el territorio de su propio país, sino que contribuye activamente al arreglo pacífico de los conflictos que surgen en el planeta”, señala la carta enviada por Komkov.

Destaca que durante la pandemia de la Covid-19 ordenó el envío de ayuda humanitaria a casi una treintena de países, incluido EEUU, China, Venezuela, Italia e Irán.

Además, precisa que Putin demostró su apego a los valores humanitarios y religiosos al incluir la palabra “Dios” en la Constitución rusa, enmienda que fue aprobada por los rusos en referéndum el pasado 1 de julio.

Al respecto, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, señaló que, si Putin recibe el Nobel, “fantástico”, pero si no se produce, “no pasa nada”.

Putin ya fue propuesto al premio Nobel de la Paz en 2014 por presentar un plan para desmantelar el arsenal químico sirio y evitar así una intervención militar occidental.

Entonces, los activistas de derechos humanos rusos rechazaron categóricamente esa posibilidad, aduciendo que Putin había comenzado su Presidencia en 2000 con la segunda guerra chechena.

No podemos (ni debemos) olvidar que, por coincidencia o desgracia, en la Rusia de Vladimir Putin los accidentes son frecuentes entre aquellos que levantan la voz en su contra para denunciar algunas de sus las prácticas. Alexánder Litvinenko, Vladímir Golovliov, Serguei Yushenkov y Natalia Estemírova tienen algo en común aparte de ser opositores al Gobierno: todos están muertos como consecuencia de extraños sucesos. Desde luego no podemos hacer responsable al Presidente o al Gobierno ruso sobre estas coincidencias pero también deberían considerarse para esta nominación.

También un punto vital a considerar debe ser: La ley sobre “propaganda gay”, que formalmente recibe el nombre de “ley para la protección de niños y niñas frente a la información que promueva la falta de valores familiares tradicionales”, una referencia que universalmente implica la prohibición de brindar a niños y niñas acceso a información sobre la vida de las personas LGBT. La prohibición incluye, sin carácter restrictivo, información brindada mediante la prensa, la televisión, la radio e Internet.

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La ley de 2013 contribuyó a que se intensificaran la estigmatización, el acoso y la violencia contra las personas LGBT en Rusia. La ley también se ha usado para clausurar servicios en línea de información y derivaciones de salud mental para niños y niñas, así como para disuadir a grupos de apoyo y profesionales de la salud mental de trabajar con niños. Asimismo, profundiza la aversión hacia las personas LGBT, y tiene un efecto amedrentador para los profesionales de la salud mental que trabajan con jóvenes LGBT. Algunos psicólogos han indicado haber recurrido a la autocensura en temas vinculados con la orientación sexual e identidad de género.

Hasta ahora, sólo dos rusos han obtenido el Nobel de la Paz, el científico y disidente Andréi Sájarov, y el último dirigente soviético, Mijaíl Gorbachov, quien tendría derecho a promover la candidatura de Putin, pero difícilmente lo hará, ya que ha criticado su gestión, entre otras cosas, por la involución democrática vivida por Rusia en los últimos años.

Existen muchas personas (parlamentarios, ministros, ex ganadores del premio, profesores de universidad) habilitadas por el reglamento a proponer candidaturas. El Instituto Nobel tiene la obligación de aceptarlas aunque eso no indica que las apoye.

Según el testamento de Alfred Nobel, el premio debe entregarse “a la persona que haya trabajado más o mejor en favor de la fraternidad entre las naciones, la abolición o reducción de los ejércitos alzados y la celebración y promoción de acuerdos de paz”. La decisión está en manos del Comité Noruego del Nobel, compuesto por cinco integrantes determinados por el Parlamento de dicho país.