Los mitos del vino

Criterios Laura Góngora

Fíjate un objetivo distinto,

Que soy como un vino tinto

Que si me tomas en frío, engaño

Y con los años me hago más listo, cariño

(Melendi)

El mundo del vino está lleno de numerosos mitos que se han posicionado como creencias populares, los encontramos en refranes, poemas e incluso canciones, muchos pueden no ser mitos y ser realidades, pero tú sabes ¿Cuál es cuál? Vamos a ver a cuantos le atinas.

«Los vinos con crianza son siempre mejores»

El hecho que un vino tenga crianza se refiere, a que fue añejado en barrica o bien en botella antes de ser clarificado y embotellado para su venta. Los de gran calidad son aquellos que desde el campo presentaron las mejores cosechas y gracias a esto el enólogo ha decidió criarlo en barrica para mejorar su estructura y cuerpo, dándole mayor elegancia en boca y capacidad de guarda, sin embargo, también es posible encontrar vinos con crianza que carecen de calidad.

Esto sucede cuando el insumo primario (la uva) debido a muchos factores externos como el clima, las plagas, etc. presenta defectos que se tratan de esconder con los beneficios de la madera. 

La calidad de un vino se obtiene desde el campo donde es cultivada la uva En conclusión, no todos los vinos con crianza son superiores a los vinos que carecen de ella.

«Vinos y amores, los viejos son los mejores»

¿Sabías que en México el tiempo promedio entre que un vino es comprado y bebido oscila entre las 3 y 4 horas? Esa linda costumbre de guardar vinos en una cava por años se ha perdido con el tiempo y se relaciona con los nuevos consumidores, gente más joven que busca vinos con esta misma condición, quizá por el nivel adquisitivo, por gusto o por conocimiento. Aunque la práctica de la guarda se acabe, todos hemos escuchado que los vinos entre más viejos mejores, es decir que creemos que si un vino tiene 20 años guardado después de su elaboración ganará carácter y plusvalía. 

Solemos sorprendernos mucho con estas botellas antiguas que incluso abrirlas es todo un reto por temas de sedimentos o corchos resecos, incluso existen herramientas especiales para lograr este cometido, pero ¿realmente todos los vinos son mejores con el paso del tiempo? la respuesta es: sólo algunos.

Para guardar un vino este debe ser de gran calidad, tener crianza en barrica y contar con azúcar residual que le de la estructura para seguir evolucionando y darnos como resultado un caldo complejo y delicioso al pasar de los años, sin embargo, no todos cuentan con estas características y entonces corremos el riesgo de oxidarlos sin haberlos disfrutado. No olvides que está vivo y en contacto con el oxígeno evolucionará, pero también con el tiempo morirá.

«El vino tinto marida con carne, el blanco con pescado»

Clásica regla de Manual, seguirla es caminar por lo seguro, estar en una zona de confort que tiene un margen de error muy pequeño, si te dedicas a hacer maridajes de este estilo acertarás, pero hay mucho más que eso, debemos tomar en cuenta: sabores, aromas, texturas del platillo y del vino, temporada en la que nos encontremos y en ocasiones incluso hasta nuestro estado de ánimo. Toma nota de esto, la proteína no es siempre lo más importante de una propuesta gastronómica.  Entonces la respuesta es sí pero no, las reglas se hicieron para romperlas ¡Atrévete a hacer nuevos maridajes!

« Los vinos debemos dejarlos oxigenar con la botella abierta»

Los vinos se vuelven más expresivos a medida que tienen contacto con el oxígeno, por lo que es recomendado, trasvasar, airear o servir a la copa con este fin. La cantidad de oxígeno que un vino pueda recibir solo con la botella destapada no hará gran diferencia en el corto plazo, la recomendación es servirlo a copa o decantarlo y ahora sí, dejarlo oxigenar en el recipiente que tenga una boca más grande que el cuello de una botella.

«El vino tinto debe servirse a temperatura ambiente»

Haré referencia a la canción de Melendi… Si me tomas en frío engaño, el tema de las temperaturas es sumamente importante para la expresión de esta bebida, un tinto demasiado frío (menos de 15 °) esconderá sus aromas, su graduación alcohólica, su astringencia, se volverá plano, es decir que nos engañará, pero no por eso debemos servirlo a temperatura ambiente, imaginemos un verano a 30°, nuestro vino se volvería un caldo imbebible. Las temperaturas adecuadas para los tintos se encuentran entre 16 – 18°, mientras que los blancos y rosados van de 9- 12°.

Existen mucho más mitos y realidades que me encantaría compartir, pero una columna no me da para tantos, así que si tienes preguntas de algún otro que no hemos platicado con gusto puedes hacerlo en mi correo, abramos el diálogo.

¡Salud!

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