Kamala Harris Vs. Mike Pence: conclusiones del debate para vicepresidente y, la participación de Trump en próximo debate.

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Por Redaccioón Criterio Diario / Foto: Getty images

Los debates vicepresidenciales rara vez alteran las campañas presidenciales pero el enfrentamiento entre Kamala Harris y Mike Pence del miércoles podría ser diferente pero no por los motivos correctos. Ambos candidatos tuvieron momentos fuertes y algunos tropiezos en el transcurso de los 90 minutos que duró el debate. Pero en lo que respecta a los momentos memorables, fueron pocos y distantes entre sí.

Si este fue un enfrentamiento que mostró el futuro de los partidos demócrata y republicano, los fuegos artificiales tendrán que esperar a los próximos años.

El resultado fue indiscutible, una buena noticia para los demócratas y Joe Biden, quienes las encuestas sugieren que están liderando la carrera, Trump va detrás por 16 puntos a nivel nacional y su manejo de la pandemia de coronavirus, el desafío más crucial para el país desde la Segunda Guerra Mundial, está recibiendo un intenso escrutinio después de su propio diagnóstico con COVID-19 de la semana pasada

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Un tono muy diferente al de la semana pasada en el debate presidencial

Ambos candidatos a la vicepresidencia claramente tenían en mente: las constantes interrupciones de Donald Trump y los ocasionales destellos de temperamento de Joe Biden del debate presidencial de la semana pasada, cuando se sentaron detrás de sus mesas protegidas con plexiglás.

El estilo típicamente tranquilo y metódico de Pence sirvió como un contrapunto constante a la agresión anterior de Trump. Sin embargo, en las ocasiones en que interrumpió, Harris estaba preparada: “Señor vicepresidente, estoy hablando”, dijo. “Si no te importa dejarme terminar, entonces podemos tener una conversación”.

Dada la dinámica del debate – un hombre blanco interrumpiendo a la primera candidata a vicepresidente mujer negra – esos fueron momentos tensos para Pence, donde el normalmente tranquilo “hombre del medio oeste” se arriesgaba a parecer grosero. Es más, Pence no tuvo reparos en abatir contra la moderadora Susan Page reportera de USA Today, dando como resultado que las votantes se han vuelto drásticamente contra la dupla Trump-Pence, el tiempo extra para hablar que ganó puede haber tenido un precio político.

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El formato y la renuencia de los candidatos a presionarse agresivamente entre sí, aseguró que la velada arrojaría poca luz sobre las posiciones de cada lado o revelaría cómo se desempeñaría cualquiera de los candidatos bajo presión.

Harris no aprovecha la debilidad del virus

No es sorprendente que la pandemia de coronavirus fuera el tema de apertura del debate y, como era de esperar, Harris pasó la mayor parte de su tiempo en el ataque. Pence, por otro lado, se centró en la defensa.

La línea más clara de Harris fue citar estadísticas (210.000 estadounidenses muertos) y acusar a la administración Trump de “ineptitud” e “incompetencia”.

Pence tenía lista su respuesta, dijo que: “el plan Biden-Harris era una copia de lo que la administración Trump ya estaba haciendo”, se jacto del rápido progreso de una vacuna y trato las críticas a su administración como un ataque a los socorristas y trabajadores de la salud de Estados Unidos.

Sorprendentemente, ninguno de los candidatos dedicó mucho tiempo al hecho de que la propia Casa Blanca se ha convertido en el centro de contagio de coronavirus. Una línea de ataque obvia para Harris quedó sin explotar y la conversación pronto pasó a otros temas. Dado que las encuestas sugieren que el manejo del virus es la mayor debilidad de la campaña de Trump, un cortó cuestionamiento sobre el tema, es un éxito para Pence.

Ambos lados incómodos con el clima

Si Pence estaba de espaldas a la pandemia, cuando el tema se centró en el medio ambiente, fue su turno de atacar.

Biden ha ampliado su plan para abordar el cambio climático desde las primarias demócratas. Harris fue uno de los patrocinadores originales de la propuesta climática “Green New Deal”, que estableció objetivos ambiciosos para la reducción de emisiones de carbono.

Si bien eso les ha valido elogios de los ambientalistas de izquierda, hay votantes en Estados indecisos como Pennsylvania y Ohio que podrían ver más regulaciones gubernamentales como una amenaza para su sustento económico.

Pence advirtió que el Green New Deal “aplastaría la energía estadounidense” y acusó a Biden de querer “abolir” los combustibles fósiles (lo que Harris dijo que era falso). En un momento incómodo, evitó decir que el cambio climático fue provocado por el hombre o una amenaza para el planeta, simplemente afirmando más de una vez que “seguiría la ciencia”.

Sin embargo, Biden ha tenido que caminar una línea muy fina con el medio ambiente. Durante el debate, Harris dijo que el cambio climático es una “amenaza existencial” para el mundo, pero tanto ella como Biden han evitado una defensa completa del tipo de respuesta gubernamental que requeriría, para que no aleje a votantes clave en Estados clave.

Pence niega el racismo sistémico

Los intercambios más agudos de todo el debate se produjeron a última hora, sobre el tema de la raza y la aplicación de la ley.

Como hizo Trump una semana antes, Pence intentó pasar rápidamente de una discusión sobre discriminación y fuerza excesiva por parte de las fuerzas del orden a una condena de las protestas, a veces violentas, que han ocurrido en ciudades estadounidenses. Dijo que confiaba en el sistema de justicia y que sugerir que la nación es sistemáticamente racista es un insulto a los hombres y mujeres en las fuerzas del orden.

Eso preparó la réplica más poderosa de Harris.

“No me sentaré aquí y seré sermoneada por el vicepresidente sobre lo que significa hacer cumplir las leyes de este país”, dijo secamente la ex Fiscal de San Francisco y Fiscal General de California.

Señaló las dificultades de Trump, tan recientemente como el debate de la semana pasada, para condenar de manera clara y concisa a los supremacistas blancos, y concluyó que “esto es lo que tenemos como Presidente”.

Y claro… tenemos que mencionar a la mosca en la cabeza de Pence durante casi la totalidad de este momento, robando un poco de atención a lo que se estaba diciendo.

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Una mirada al futuro

Este debate vicepresidencial les dio a los estadounidenses la oportunidad de observar la política presente y futura de su país.

Para las elecciones actuales, ambos candidatos hicieron todo lo posible para defender a su compañero de fórmula y lanzar tiros a la parte superior de la boleta opuesta.

Sin embargo, los participantes en este debate también miraban más allá de noviembre. Pence, como la mayoría de los vicepresidentes, tiene sus ojos puestos en una candidatura presidencial propia. Para hacer eso, tendrá que ganarse la base de Trump y al mismo tiempo lanzar una red más amplia hacia los republicanos y los independientes de derecha que pueden estar descontentos con la política de Trump. A lo largo del debate, defendió a Trump, pero también trató de forjar su propia identidad, particularmente cuando se discuten temas como: la Corte Suprema y los cercanos y queridos votantes evangélicos. Los conservadores religiosos, preocupados por cuestiones sociales y culturales como el aborto y la libertad religiosa como por las políticas más técnicas, son la base de Pence. Sus futuras ambiciones políticas dependen de su continuo apoyo entusiasta.

Harris, quien el año pasado se postuló para la presidencia, trató de demostrar que puede ser una abanderada capaz de los demócratas una vez que Joe Biden salga del escenario político. Cuando se le dio la oportunidad, habló sobre su educación y antecedentes, aprovechando la oportunidad para presentarse a una audiencia estadounidense más amplia. A diferencia de Pence, con frecuencia hablaba directamente con la cámara, consciente de que mientras intentaba sumar puntos, era igualmente importante para ella conectarse con la audiencia.

¿Por qué fue importante este debate?

Recordemos que de acuerdo con la Constitución de los Estados Unidos y la Ley de Sucesión Presidencial de 1947 el vicepresidente es el sucesor directo del Presidente y debe terminar el periodo presidencial, sin importar cuanto tiempo sea, si el Presidente en ejercicio queda incapacitado, muere, renuncia o es destituido (por juicio político de la Cámara de Representantes y se le condena por el Senado).

Y específicamente en esta elección, esto es de suma importancia dado el estado de salud de Trump y la edad avanzada de Biden, por lo que cualquiera de los dos candidatos a la vicepresidencia han tomado un protagonismo histórico, que no se veía en elecciones pasadas

Trump no participará en el siguiente debate por la presidencia.

El presidente estadounidense Donald Trump, anunció este jueves que no participaría del segundo debate contra Joe Biden, en rechazo a la disposición de los organizadores de que el encuentro se realice de forma virtual como prevención ante el COVID-19.

No voy a participar en un debate virtual”, declaró el mandatario en la cadena Fox Business, solo unos minutos después de que la Comisión de Debates Presidenciales anuncie la modalidad no presencial. Según consideró Trump, un encuentro virtual no es aceptable y “no perdería su tiempo” en un evento de ese tipo.