Hablando de amor, otra vez

Criterios María Del Rocío Lozano Solana

El amor es un tema del que nunca nos hemos cansado de hablar. Tal vez como mujer pienso eso porque en verdad me gusta que las conversaciones tengan un toque cursi y emocionante de vez en cuando. Por más que me gustaría decirte las cosas como son, quiero que me acompañes a soñar un rato. Antes de empezar, quiero recordar que, aunque me encanta dirigirme a las mujeres del mundo, hoy le hablo a los caballeros ocultos detrás de las torres y a los hombres valientes que se han atrevido a luchar por las princesas. Voy a contarte una historia aun que lamentablemente no puedo pedirte que cierres los ojos, así que te pido que leas con atención. Imagina que vas a un viaje largo y pesado, necesitas entrenar pues vas a tener que subir una montaña y no será fácil. Preparas tu equipo y haces la maleta, ¿Qué empacas en esa maleta? Cuando recuerdas que el viaje durará más de la mitad de tu vida, te rehúsas a llevar mucho peso y decides ser más selectiva con tu equipaje. Vas a llevarlo en la espalda y eso también lo hace más complicado, entonces ¿Qué llevas ahora? Tiempo antes de emprender el viaje que cambiará tu vida, te dan la oportunidad de llevar un compañero, lamentablemente o para tu suerte, sólo podrás llevar uno. 

Por otro lado, todos esos compañeros posibles, aunque cada uno por su parte, tendrán que preparar su maleta y el equipo necesario para la aventura. Pero las cosas no son tan sencillas como parecen, pues la maleta debe de llevar todo aquello que es importante para ti. Tú y tu compañero deberán llevar en ella a su familia, sus gustos y sus defectos, cargarán con su ideología y sus sueños, con sus amigos y sus fiestas, con su fe y su trabajo. En resumen, todo aquello que aman lo cargarán y de ustedes depende si esa maleta va pesada o no. Entonces ¿Qué llevas? ¿Estás seguro de que quieres cargar con todo eso? No te preocupes, si a medio camino te arrepientes de haber cargado con algo que resultó ser un problema, puedes deshacerte de ello, pero no será fácil. 

Ha llegado el momento de elegir a ese compañero. Te encuentras en un lugar lleno de gente, lleno de opciones. Es momento de abrir tu mente, hablar y conocer un poco a aquellas personas que te interesen. Pero, para que elijas mejor es importante que sepas lo siguiente: el viaje no será fácil y por más entrenamiento que tengas, habrá muchos retos y complicaciones. El compañero que elijas será tu cómplice durante toda la aventura por lo que es importante que estés consciente de todo lo que implica una vez que hayas tomado una decisión. Recuerda, que todos llevan un equipaje, algunos más pesado y otros simplemente, casi no llevan nada. Por último, creo que está de más recordarte que, para subir una montaña necesitas ayudar y dejar que te ayuden. ¿A quién eliges para levantar cuando se caiga con todo y su pesado equipaje? ¿En quién confías para que no te deje caer? Son muchas opciones, lo sé, y la mayoría de ellas parecen convincentes, pero no te dejes engañar. Deberás elegir sólo a una.  

Para entender que el amor se vive plenamente entre iguales, no hace falta contarte una historia frustrante y complicada. Pero ¿será ese el secreto de las parejas felices? Lamento decirte que hoy una relación no puede llegar a buen puerto si se construye sobre el enamoramiento y la pasión desenfrenados. No se puede correr hasta la punta y esperar que el otro te siga el paso. No puedes subir sin maleta, o más bien no sería lo ideal. Olvídate de que, si tu compañero necesita ayuda, puedas negarte a cargar su maleta por un tiempo. Ni se te ocurra entregar tus cosas al otro para que se haga cargo. Tuviste tiempo de decidir qué empacar, de entrenar y elegir tus herramientas, ahora carga con ello y lucha para que el viaje valga la pena. Ahora vuelvo al principio, porque creo que el amor va más allá de una conversación y mariposas en el estómago. El amor es un viaje increíble, emocionante y apasionante. El amor es un reto lleno de adrenalina y de sorpresas. Y aunque podamos elegir subir la montaña solos y en realidad no necesitemos de alguien más, creo que vale más la pena ir acompañados. 

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