Por: Redacción Criterio Diario / Foto: Redacción Criterio Diario (especial)
Por la tarde de ayer, lunes 30 de noviembre, llegaron granaderos a la sede del Congreso del Estado, por lo que las feministas que realizan el plantón desde el 24 de noviembre dijeron que era un acto de represión por parte de los legisladores.
Ante esta situación, las activistas ofrecieron una rueda de prensa para comunicar que no se han cumplido los acuerdos hechos el viernes pasado, los cuales consisten en hacer una mesa de trabajo con diversas organizaciones a favor y en contra del aborto para dialogar sobre el tema. Además de que han aplicado tácticas de desgaste e intimidación, todo esto con la finalidad de evitar que se cumplan los acuerdos programados y presionarlas a desalojar el lugar.
Aseguran que el que se hayan desplegado a los elementos de la policía, es para que se protege el inmueble de algún tipo de daño que lleguen a causar, sin embargo, las feministas aseguran que no existen tal necesidad puesto que se tiene garantizado el respeto al patrimonio histórico de Puebla.
Así que llamaron a los legisladores a no seguir aplazando la respuesta que se ha solicitados a su pliego petitorio que inicia la despenalización del aborto.
Por su parte, el Presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política del Poder Legislativo Gabriel Biestro Medinilla aclaró que no hubo acto de represión o intento de desalojo hacia las feministas, simplemente es resguardar el lugar.
Esto es claro ya que los elementos que se mantienen al interior del edificio no van armadas o equipadas con casco y escudo.
“Lo que hizo el Congreso del Estado exclusivamente fue solicitar presencia policial femenina, desarmada, sin ningún tipo de equipamiento antimotines ni nada de eso, fue para resguardar la entrada trasera de edificio, al personal administrativo y a las personas que están laborando, no hemos roto ni el diálogo ni sacar”.
Biestro Medinilla, aseguró que el Poder Legislativo les ha otorgado alimentación en buen estado, así como atención médica a lo cual se negaron y llamaron al propio, además de que algunas manifestantes se negaron a aplicarse la prueba COVID-19.