Una chispa de magia es saber que estamos vivos.
Ha sido un año bastante difícil para todos nosotros en todos sentidos, estas fechas intensifican el cúmulo de sentimientos y emociones. No sabemos si poner o no poner el árbol de Navidad, si adornar la casa, si organizar la Cena y hasta si comprar regalos o no.
Todos estamos viviendo un duelo, ya sea por la pérdida de un familiar o un ser querido; pero también tenemos el duelo de haber perdido nuestra libertad de salir, reunirnos y visitar a la familia. El duelo es individual y tu debes elegir lo que a ti te haga sentir bien y tranquilo en estas fechas, no existe receta alguna para que esto pase rápido, lo que te puedo asegurar es que esto también pasara, a tú tiempo y a tu ritmo, tu vida es tu responsabilidad, no es responsabilidad de quien murió o de un virus que te quitó la libertad.
Muchos acostumbran poner el árbol de Navidad el primer domingo de Adviento o 12 días antes de la Navidad y algunos lo dejan hasta la víspera de Navidad.
Este año, sin embargo, no hay reglas. A medida que las personas intentan traer la alegría que tanto necesitan a sus vidas en medio de la pandemia del coronavirus, las decoraciones navideñas han comenzado a aparecer en los hogares de todo el mundo.
Cuando estamos en duelo, Navidad nos enfrenta a una multiplicidad de desafíos emocionales. Sé que te gustaría dormir todas estas semanas previas y levantarte para cuando todo haya pasado pero eso no es posible ni saludable. Quiero brindarte algunos consejos para que puedas afrontar esta fecha tan especial del mejor modo posible.
Planifica la celebración
Las reuniones familiares pueden causar ansiedad y temor ya que todos tenemos miedo a reunirnos y contagiarnos. Muchos están especialmente vulnerables a la presión social que estas fechas implican. Llama a tus seres queridos con quienes compartes la Navidad y exprésales que este año por precaución no se van a reunir como lo venían haciendo cada año. Comparte con ellos tus emociones e inquietudes siendo honesto al respecto. No debes sentirte culpable por negarte a asumir la responsabilidad de esta organización. Procura hacer aquello con lo que te sientas cómodo estableciendo expectativas realistas tanto para ti mismo como para los demás.
Expresar tus emociones
En estas fechas es un doloroso recordatorio de la ausencia física por lo que procura ser paciente con tus emociones. Experimentarás una intensa montaña rusa emocional en ese día mientras que los recuerdos de aquellas Navidades en las que estaba tu ser querido vienen insistentemente a tu cabeza. Sé comprensible y respetuoso de tus emociones. Cada uno de nosotros expresamos estos sentimientos de manera diferente. Mientras que algunos experimentarán indiferencia, otros se mostrarán enojados y tristes. El duelo es único para cada ser humano al igual que la forma en la que lo manifestamos. No reprimas tu sentir por miedo a que se sienta mal la gente que este contigo en la celebración.
Simboliza a tu ser querido que partió
Puedes sentirte abrumado por el dolor de esta ausencia por lo que dedicar una actividad, comida o tradición simple pero significativa a quien ha partido te permitirá honrar su memoria. Puedes crear un nuevo ritual para repetir cada año que permita recordar al ser querido fallecido. Permítete sentir plenamente estas emociones en una fecha que requiere más que nunca de tu absoluta comprensión.
Acepta ayuda de las personas queridas
Acepta la ayuda práctica que te brinden tus seres queridos para organizar la celebración como por ejemplo: cocinar, hacer las compras, armar el árbol de Navidad, etc. En caso de que no tengas deseos ni fuerzas para hacer las cosas, no te presiones ni te abrumes con más tareas. Tus seres queridos comprenderán que este año será una celebración emocionalmente exigente para ti por lo que hay cosas para las que aún no te sientes preparado.
Alivia el estrés
Las semanas previas a Navidad son más estresantes que el día que se producirá la reunión. No tenemos fuerzas ni deseos de asumir los preparativos de este día. Recuerda que el mundo sigue girando como siempre mientras que nuestra vida se ha detenido por completo. Nuestra mente y cuerpo están totalmente concentrados en elaborar el dolor de la ausencia. Es posible que tengas algunos síntomas como trastornos del sueño, trastornos alimentarios, ansiedad, irritabilidad, falta de concentración, etc.
No te automediques
Puede ser tentador adormecer tus emociones hasta que todo haya pasado. Sin embargo, no es saludable para tu duelo pretender la no existencia de esta tristeza ya que sólo profundiza y prolonga este dolor en el tiempo afectando a tu salud física y emocional. Reconoce el dolor y te date permiso para llorar cuando así lo sientas necesario. Por lo otro lado, cuida tu alimentación así como tu rutina de sueño. Hidrátate correctamente y lleva dieta nutritiva y balanceada.
Retírate por instantes de la reunión
Puedes sentirte abrumado por los preparativos así como también por las emociones que afloran durante el encuentro familiar por lo que, cuando el dolor te resulte agobiante, busca un espacio tranquilo de la casa en donde puedas tomarte unos minutos de descanso y disfrutar de efectivas estrategias de relajación.
No existe una forma correcta o incorrecta de celebrar las fiestas navideñas luego de que hemos perdido a un ser querido. No evadas ni ocultes tus sentimientos. No debes vivir estos momentos tan significativos como si nada hubiera pasado, permítete sentirte triste o llorar cuando así lo desees porque ocultar esta pena te provocará más daño. Será importante encontrar el apoyo de tus seres amados y tomarte las cosas con tranquilidad, planificando lo que desearás hacer durante estas festividades sin ponerte ninguna exigencia.
A veces necesitamos una pequeña chispa de magia para recrear nuestro existir, esa chispa es la Navidad
Mi página en FB www.facebook.com/tanatologiaadiosalduelo