El aborto se convirtió en ley en Argentina.

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Por: Redacción Criterio Diario/ Foto: Getty Images

El Presidente Alberto Fernández hizo de la legalización del aborto una de las promesas de su campaña electoral en 2019.

“El aborto seguro, legal y gratuito es ley. A ello me comprometí que fuera en los días de campaña electoral”, escribió el mandatario en su cuenta oficial de la red social Twitter tras la votación en el Senado.

“La Argentina a partir de hoy es un país más libre, es un país más igualitario y es un país mejor”, dijo la diputada opositora Silvia Lospennato, una de las legisladoras que impulsó la norma.

Una vez que la ley entre en vigor, toda persona gestante podrá acceder en el sistema de salud al aborto, de forma gratuita y segura, hasta la semana 14 de gestación.

La nueva ley también establece la posibilidad de interrumpir el embarazo sin límite de tiempo a las madres cuyo embarazo sea fruto de una violación o para las que corra peligro su vida, las únicas causales permitidas hasta ahora.

Las menores de 13 años podrán hacerlo con la asistencia de al menos uno de sus padres o representante legal, mientras que las que tengan entre 13 y 16 solo necesitarán autorización si el procedimiento compromete su salud y las mayores de 16 podrán decidir por sí solas.

La ley también autoriza la objeción de conciencia de los facultativos que no quieran participar del aborto, pero siempre que deriven con rapidez a las pacientes a otros profesionales que lo lleven a cabo.

El país se suma así a un pequeño grupo de la región conformado por Uruguay, Cuba, Guyana, Guayana Francesa, Puerto Rico y algunas zonas de México, donde se permite en la actualidad que las mujeres soliciten un aborto legal sin importar la causal del embarazo.

La votación sobre el proyecto, extendida hasta altas horas de la madrugada de este miércoles, se resolvió con 38 votos a favor, 29 en contra y una abstención.

Un estudio comisionado por el Ministerio de Salud en 2005 estimó que en Argentina se realizan entre 350.000 y 500.000 abortos clandestinos al año, una cifra que según las autoras del informe no ha cambiado.

Los últimos datos de ese mismo ministerio muestran que en 2018 se registraron 35 muertes de mujeres embarazadas a causa de abortos mal hechos.

Son las cifras que sustentaron la mayor parte de las argumentaciones en favor del aborto en el Congreso argentino.

Aquí tres claves que explican la victoria del sí tras décadas de presión e intentos fallidos del movimiento feminista argentino.

1. El apoyo del Presidente

En las últimas dos décadas, la legalización del aborto ha sido contemplada hasta ocho veces por legisladores argentinos.

Pero este año fue la primera vez en la historia que el proyecto no vino de un partido de oposición, sino del Presidente Alberto Fernández.

“La criminalización del aborto de nada ha servido, sólo ha permitido que los abortos ocurran clandestinamente en cifras preocupantes”, dijo el mandatario en noviembre, cuando envió el proyecto de ley al Congreso.

2. La influencia de la marea verde

El movimiento feminista en Argentina es uno de los más veteranos de América Latina y pionero en leyes como el voto femenino, la igualdad de derechos y la protección de los niños.

Durante la última década, esa tradición política dio con manifestaciones como “Ni una menos“, un movimiento en contra de los feminicidios y la violencia de género que dio la vuelta al mundo y allanó el camino para organizaciones similares en varias capitales de Latinoamérica.

En los últimos años la despenalización del aborto se convirtió en la bandera más importante del movimiento. Tanto es así que el color verde a favor del aborto se volvió parte imprescindible para la simbología del feminismo latinoamericano.

3. El cambio de legisladores clave

En este tipo de votaciones suele haber diferencia entre las cámaras baja y alta del Congreso porque la representatividad del Senado no es correspondiente a la población, resultando en que las provincias menos pobladas del norte, y tradicionalmente conservadoras, están sobrerrepresentadas en el legislativo.

Por eso, una parte de la victoria del aborto se debió a que algunos senadores clave que antes votaron en contra cambiaron su voto en lo que algunos catalogaron como un “hecho histórico”.

En 2018, la ley ganó por seis votos en Diputados y perdió por siete en Senado. En 2020 ganó por 14 en Diputados y por nueve en el Senado.

Los senadores argumentaron haber cambiado su parecer con argumentos como “me he dado cuenta de que la ley no obliga a abortar”, como dijo Sergio Leavy, de la conservadora provincia de Salta.

Según un estudio publicado en noviembre por la encuestadora Ipsos, la población argentina ha ido en esa tendencia durante los últimos seis años: la cifra de argentinos que apoyan el aborto en ciertas circunstancias pasó de 64% a 75% entre 2014 y 2020.

Y un 35% los argentinos aprueban un aborto libre en cualquier situación, una de las cifras más altas en la región.

La llamada “revolución de las pibas” parece imparable.