Por: Redacción Criterio Diario / Foto: Reuters
Ante las cantidades de personas fallecidas principalmente por COVID-19, los hornos crematorios de la Ciudad de Puebla han presentado saturación.
Los familiares de los fallecidos tienen que esperar hasta 3 días para inhumar los cuerpos. Esto porque en los primeros días de enero los hornos de cremación tuvieron el peor momento del año, ya que su capacidad se vio rebasada.
Y es que en la Capital Poblana sólo hay 8 hornos de cremación; además de que cada horno puede cremar entre 6 y 7 cuerpos diariamente, todo depende de la complexión de los cuerpos a incinerar.
Ante esta situación los hospitales deben de retener los cuerpos en las cámaras mortuorias hasta que los servicios funerarios puedan dar el servicio de cremación.
Raúl Peñaflor Velasco Director de un grupo funerario, dio a conocer en una entrevista que algunas empresas cuentan con cámaras de refrigeración con capacidad de 5 cuerpos, sin embargo, por la situación actual se ha dado que las funerarias trabajan a sobretiempo, por la falta de espacio para mantener el cuerpo, los familiares deben de resguardarlo en sus casas, ya que la mayoría de los fallecimientos por coronavirus ocurren en los domicilios.
