En el año 2017 el mundo del arte se estremeció cuando el martillo de una de las más famosas casas de subastas de Nueva York declaraba cerrada la subasta tras una oferta de 450 millones de dólares por una obra muy controvertida. Dicha obra presentaba a Cristo, vestido con una túnica de un bello color azul (la cual significa la verdad revelada y el amor), un cabello rizado sosteniendo un orbe transparente de cristal de roca y dando la bendición al espectador; Cristo en su representación de Salvador del Mundo (o Cristo Benedicente por la acción que realiza con su mano derecha).
El origen de esta pintura se genera entre controversia, al no tener un registro de la pintura elaborada supuestamente por Leonardo DaVinci, esto ya que no firmaba sus obras y no se tiene un catálogo de origen de muchas de las obras del artista.
La obra paso de manos a manos, salió de Italia, llego a Francia, e Inglaterra, sobrevivió las dos Guerras, subastada por 45 libros a un habitante de Nueva Orleans (Estados Unidos de América), donde habitó por muchos años, hasta que en 2005 se decidió poner en subasta, captando los ojos de compradores de arte de los Grandes Maestros. De ahí comenzaron las limpiezas, restauraciones y estudios a esta pintura. Se exhibió en las Galerías Nacionales de Washington en una exhibición celebrando a Leonardo DaVinci, posteriormente fue vendida, en varias ocasiones hasta su última venta en el 2017 donde cerró la subasta como la obra de arte más cara de la historia.
De ahí cayó un velo de intriga sobre la obra; el comprador fue un misterio, al igual que el destino de la obra, se rumoró que algún museo la había comprado secretamente para ser la joya de la corona, de igual forma se nombró a la realeza Árabe como compradores, hubo confirmación en el 2020 que la pintura se encontraba en el yate del Príncipe de Arabia Saudita. Este tema ha sido motivo de libros, sinnumero de artículos y hasta la propuesta de un musical de broadway.
Sobre el tema de la pintura, lo que más podría llamar la atención es que la imagen del Cristo Bendicente, o Salvator Mundi no es un tema original que permitiera una gran libertad artística del gran pintor italiano. Este tema fue repetido por muchos autores entre los cuales tenemos al Greco, Carpaccio o Durero, todos siguiendo la misma norma del Cristo viendo al frente, sosteniendo un orbe y dando la bendición.
Ahora, quisiera acercar el tema un poco a nosotros, en este nuestro pequeño universo poblano, claramente al tener una riqueza cultural de importancia, la representación de Cristo en la Capital Poblana no fue menor, en cualquier iglesia podremos encontrar diversas representaciones de Cristo, ya sea como Cristo crucificado, parte de la Santísima Trinidad, el Sagrado Corazón, Justo Juez, en fin, un sinnumero de representaciones que se tienen en las Iglesias.
Un Salvator Mundi que podemos encontrar en nuestro tesoro cultural es el encontrado en la Iglesia del Sagrario Metropolitano o el Templo de la Soledad en Puebla. Ubicado en el lado del Evangelio, en la parte central del bello retablo del siglo XVIII podemos encontrar la representación de Cristo, dando la bendición. Esta obra de Nicolás Rodríguez Juárez forma parte de la representación de los 12 apóstoles, la Virgen María y María Magdalena.
El hecho de admirar sobre esta imagen es el buen estado de conservación en el que se encuentra, así como el hecho de encontrarse en el espacio original para el cual fue concebida, lo anterior es de destacarse, en especial porque el Templo en mención sufrió modificaciones y una adaptación al tema Neoclásico, pero se dejó intacto el transepto, conservando la belleza de los retablos barrocos cubiertos en hoja de oro.
Quizás desde la notoriedad del tema surge la curiosidad por encontrar imágenes que se asemejen a la famosa pintura, y estoy seguro de que no es la única representación que se tiene del tema, en la ciudad deberá haber más imágenes similares a esta, quizás no en este mismo estado, o en su ubicación original, pero sin duda la que se encuentra en el Templo de la 13 oriente y 2 sur es una de las más bellas en la ciudad.
Los invito a visitar estos pequeños museos que son los templos de Puebla, en donde encontraremos cada visita un nuevo tesoro, que sin duda contendrán grandes historias detrás de ellos.
jaime.aguilar@criteriodiario.com
