Por: Redacción Criterio Diario/ Foto: Reuters
El Ex Presidente francés Nicolas Sarkozy ha sido condenado a tres años de cárcel, dos de ellos exentos de cumplimiento, y el tercero en arresto domiciliario.
Fue declarado culpable de intentar sobornar a un juez en 2014, después de dejar el cargo de Presidente, al sugerir que podría conseguirle un trabajo prestigioso a cambio de información sobre un caso separado.
Sarkozy, de 66 años, es el primer expresidente francés en recibir una sentencia de prisión.
La corte impuso penas similares para el abogado de Sarkozy, Thierry Herzog, que además queda inhabilitado para ejercer su profesión durante cinco años, y para el magistrado Gilbert Azibert, ambos convictos por los mismos delitos.
En el fallo, la jueza Christine Mée dijo que el político conservador “Sabía que lo que estaba haciendo estaba mal”, y agregó que sus acciones y las de su abogado le habían dado al público “Una pésima imagen de la justicia”.
Los delitos se tipificaron como tráfico de influencias y violación del secreto profesional.
El único precedente fue el juicio del predecesor de Sarkozy Jacques Chirac, quien recibió una sentencia condicional de dos años en 2011 por haber organizado trabajos falsos en el Ayuntamiento de París para sus aliados cuando era alcalde de París. Chirac murió en 2019.
Si la apelación de Sarkozy no tiene éxito, podría cumplir un año en casa con un rastreador electrónico, en lugar de ir a prisión.
Su esposa, la supermodelo y cantante Carla Bruni, reaccionó calificando el caso de “Persecución sin sentido”, y agregó que “La pelea continuaba y la verdad saldría a la luz”.
¿De qué se trata el caso de corrupción?
El caso se centró en conversaciones telefónicas entre Sarkozy y Herzog que fueron grabadas por la policía en 2014.
Los investigadores estaban investigando las afirmaciones de que Sarkozy había aceptado pagos ilícitos de la heredera de L’Oreal Liliane Bettencourt, para su campaña presidencial de 2007.
La fiscalía convenció al tribunal de que Sarkozy y Herzog habían intentado sobornar a Azibert con un trabajo prestigioso en Mónaco a cambio de información sobre esa investigación.
Los medios franceses informaron que se escuchó a Sarkozy decirle a Herzog: “Lo haré ascender, lo ayudaré”.
Con una línea telefónica intervenida por la policía con un número secreto creado con un nombre ficticio, Paul Bismuth, a través del cual Sarkozy se comunicaba con su abogado.
