A lo largo del tiempo hemos sido testigos del surgimiento de diferentes artistas que marcan a una generación y nos representan completamente. Es curioso que en la mayoría de estos casos, son personas que inician con un perfil un tanto bajo y que, tal vez no visualizamos como grandes superestrellas. Personas comunes y corrientes que muchas veces son consideradas rebeldes o diferentes pero que al mismo tiempo se parecen a nosotros y con los que comenzamos a conectar de algún modo u otro.
Recuerdo varios ejemplos de cuando era un adolescente. Diferentes géneros musicales, estilos, idiomas y canciones. Videos musicales que hasta la fecha tengo presentes porque me sorprendieron y atraparon con el concepto visual que ofrecían, muchas veces incluso más significativo o sorprendente que la propia canción. Una época en la que un año podrías ser el más popero del mundo y después te volvías metalero, gótico o emo dependiendo de la música que en el momento te marcaba o tocaba.
Muchos de estos casos fueron efímeros y son pocos los que hasta la fecha sobreviven o continúan haciendo música con un éxito significativo, pero no cabe duda que por alguna razón hicieron historia y se quedaron en muchos de nosotros a pesar del tiempo.
Quisiera mencionar a Alanis Morissette como una cantante que revolucionó a todos aquellos noventeros que fuimos adolescentes durante esta maravillosa época. Buscábamos a alguien que nos ofreciera letras más allá de lo que normalmente escuchábamos en la radio, temas de los que casi nadie mencionaba en sus letras porque eran muy fuertes y más aun siendo planteadas por una mujer. Millones de personas compramos y memorizamos cada uno de los tracks incluidos en el álbum Jagged Little Pill (uno de mis discos favoritos por siempre y para siempre), joyas de letras como Ironic, You learn y You oughta know entre otras. Reuniones en casas o fiestas en las que la mayoría nos sabíamos todas las letras y no nos cansamos de cantar una y otra vez.
Algunas semanas atrás, en un episodio del podcast en el que soy presentador (Popcastpop) nos planteamos la pregunta de quién podría ser el equivalente a Alanis en estas nuevas generaciones y he de decir que, hasta ese momento, no estaba seguro de que hubiera alguien así. Si bien había escuchado su música y notado su presencia en el medio, no estaba convencido y no me compraba al cien el concepto de Billie Eilish, cantante americana que, con solo 19 años, ha logrado conquistar al mundo entero. Todo esto cambió después de ver el documental Billie Eilish: The World’s a Little Blurry (Apple+) que es en realidad la recomendación de esta semana en el Jolgorio del Ocio.
Confieso que me rehusaba un poco a invertir dos horas y media de mi tiempo en la vida de una cantante de la cual no me consideraba tan fan, pero ahora puedo decirles que no me arrepiento en lo absoluto. Si bien nunca dudé del evidente talento que tiene esta mujer, después de compartir con ella y toda su familia, el proceso creativo de su ya tan famoso y sonado álbum “When we all fall asleep, where do we go?”, logró cambiar mi perspectiva e ideas previamente mal concebidas. La acompañamos también en importantes eventos como su participación en Coachella, su primera gran gira mundial e incluso en su primer desamor. Comprendemos y empatizamos al poder ver a una simple adolescente de 16 años convertirse en una de las cantantes más escuchadas en el mundo en cuestión de un par de años. Nos emocionamos con ella cuando su ídolo de la infancia Justin Bieber, reconoce su talento queriendo grabar una de sus canciones y posteriormente brindando apoyo y palabras de aliento.
Me di la oportunidad de escuchar una vez más el material disponible de esta gran prodigio de la música después de ver el documental y logré profundizar e incluso reflejarme en sus letras, en esta ocasión tal vez no como un adolescente rebelde o atormentado pero si como alguien que intenta entender y ser parte importante de estas nuevas generaciones. Sin temor a equivocarme, tenemos ante nosotros a una gran exponente sin un género en particular que será parte importante del presente y futuro de la música.
Si ustedes al igual que yo tenían una idea parecida de Billie, los invito a ver este documental y a escuchar sus canciones desde el entendimiento que te brinda poder conocer más acerca de un artista.
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