Quizás unos de mis primeros recuerdos de un museo es el del “Museo Amparo”. Ubicado en la 2 sur entre la 7 y 9 oriente, este recinto Cultural se ha convertido en un referente, tanto para la ciudad de Puebla como para el país.
Y siendo así, quienes conocimos la primera versión del Museo, la cual fue orquestada por el Arquitecto Pedro Ramírez Váquez, podemos recordar un gran vestíbulo con un piano de cola, una pintura que narraba la traza de la Ciudad de Puebla, un muro con cráneos de cristal que simulaban un Tzompantli y por último una de las joyas del museo: el retrato de la Señora Amparo Rugarcía de Espinosa elaborado por Diego Rivera.
De este gran vestíbulo uno elegía hacia donde ir, hacia las salas de exposiciones temporales, las Prehispánicas, el auditorio… Esa primera versión del museo albergó grandes exposiciones, como lo fueron: el “Esplendor del Pacífico” con los murales de Miguel Covarrubias; Frida Kahlo, “Un fenómeno del Siglo XX”, Juan Soriano, Martha Chapa, “Arte Objeto de Orfebrería Tane”, Rodin en México, entre muchas otras más, acercando a los Poblanos al Arte.
Quizás dentro de lo que más podemos resaltar de este gran museo Poblano es la impresionante colección de arte prehispánico que posee, siendo que no es como otros museos que poseen pequeñas piezas, sino que el Museo Amparo cuenta con piezas de gran importancia histórica y artística de diversas Culturas Prehispánicas.

Entre las piezas más emblemáticas de la colección de arte prehispánico se encuentra este respaldo de un trono de la región del Usumacinta, datado en el Clásico tardío ( 600-909 d.C.) esta obra esculpida en piedra caliza nos recibe como una prueba de la majestuosidad de la colección que alberga el museo en las salas dedicadas a las culturas originarias.
Este museo comenzó una gran renovación y remodelación (a cargo del Arquitecto Enrique Norten), así como un nuevo discurso museográfico. Ahora las salas presentan al espectador una maravilla de obras, cuyo hilo conductor es diferente al anterior y presenta a través de 7 temas, diferentes obras de las culturas de México, esto por medio de increíbles piezas que dan al visitante un ejemplo de la manufactura de las culturas Mesoamericanas.
Es así como a través de sus salas el museo nos cuenta una historia, las Prehispánicas en la planta baja, y las salas dedicadas al arte del Virreinato en el piso superior, aquí podemos encontrar bellas imágenes como esculturas de: Santo Domingo, San Juan Evangelista, una magnífica reproducción de una cocina Poblana la cual alberga una magnífica pintura de San Pascual Bailón (ese Santo al que en el periodo colonial se le rezaba para que los guisos quedaran a la perfección) elaborado por Agustín Arrieta, entre muchas obras más. Culminando con una reproducción del Salón Mexicano que estableció Manuel Espinosa Yglesias en la Sociedad de las Américas en la ciudad de Nueva York, aquí nuevamente el museo demuestra el gran acervo con el que cuenta, ya que en esta sala exhibe una pintura de Diego Rivera, un hermoso paisaje de Landesio y un lienzo del afamado Dr. Atl.
Sin duda, la colección permanente del museo es una joya que los Poblanos y foráneos admiramos con cada visita al museo, que se ha esforzado no solamente en conservar su misión cultural y educativa, sino también de comunidad. Es importante resaltar que el museo conserva las tradiciones comunitarias y cada año celebra fiestas como el 6 de enero, donde se parte la tradicional rosca de Reyes, el viernes de Dolores se monta el Altar de Dolores, en días de Muertos se esmeran en crear una gran Ofrenda, de igual forma celebran el inicio de las Posadas entre muchos eventos más. Por ello el museo se ha esforzado no sólo por consagrarse como una institución cultural en Puebla, sino por crear una comunidad que se acerca a el con diversos motivos, educativos, culturales o simplemente de esparcimiento.
Por ello el Amparo se ha convertido en un ícono de Puebla, un espacio que nos invita a conocerlo y reconocerlo, que en esta época cuenta con todos los protocolos de seguridad, con un equipo de trabajo que los recibirá con la mejor actitud y una sonrisa, y un espacio en el que siempre encontraremos algo nuevo y sin duda aprenderemos también algo nuevo.


@JimboRomano

