Por: Redacción Criterio Diario/ Foto: Reuters
Raúl Castro dice que renuncia como líder del Partido Comunista de Cuba, poniendo fin a las seis décadas de su familia en el poder.
Castro, de 89 años, dijo en un congreso del partido que está entregando el liderazgo a una generación más joven “llena de pasión y espíritu antiimperialista”.
Su sucesor será votado al final del congreso de cuatro días.
La medida, que se esperaba, pone fin a la era de liderazgo formal de él y su hermano Fidel Castro, que comenzó con la revolución de 1959.
“Creo fervientemente en la fuerza, la ejemplaridad y la comprensión de mis compatriotas”, dijo el viernes 16 a los delegados del partido en La Habana.
Aunque Castro no ha respaldado a un sucesor, se cree ampliamente que el liderazgo del partido pasará a Miguel Díaz-Canel, quien asumió como presidente de la isla en 2018.
¿Qué sigue?
El cambio en la cúspide del partido gobernante de Cuba se produce cuando el liderazgo de la isla enfrenta su crisis económica más grave en décadas.
La pandemia de COVID-19, las reformas financieras y las restricciones impuestas por la administración Trump han afectado a la economía, que se contrajo un 11% el año pasado.
Una reforma monetaria largamente esperada lanzada el 1 de enero ha buscado hacer que la economía y las empresas estatales sean más eficientes. Pero también ha exprimido mucho los presupuestos de los cubanos comunes.
Muchos han estado pidiendo mucha más libertad económica en el país.
Otro desafío será mantener la unidad ideológica y el apoyo frente al mayor acceso de los ciudadanos a Internet y las redes sociales. Los disidentes han estado usando las redes sociales para organizar protestas contra el gobierno y reunir audiencias en vivo en línea.
En respuesta, el partido ha dicho que una de las funciones de su congreso sería “enfrentar la subversión política e ideológica, que ha hecho de internet y las redes sociales su principal campo de operaciones”.
Pero a pesar del cambio de liderazgo, pocos esperan que provoque un cambio dramático en la dirección de las políticas.
Una nueva constitución en 2019 confirmó el dominio estatal de la economía y la “irrevocabilidad del socialismo”.
En un tuit el viernes, el presidente Díaz-Canel, de 60 años, dijo que el congreso sería donde “se arraigan las ideas, se reconoce la historia y se discute el futuro”. Pero agregó que habría “continuidad”.
Castro dijo al Congreso que se retiraba como “un simple luchador revolucionario”.
“Y mientras viva estaré preparado con el pie en los estribos para defender la patria, la revolución y el socialismo”.
