Por: Redacción Criterio Diario / Reuters
El Presidente de Haití, Jovenel Moïse, murió y su esposa resultó herida en un ataque a su casa en la capital del país, Puerto Príncipe.
Hombres armados no identificados irrumpieron en la propiedad a la 01:00 hora local, dijo el Primer Ministro Interino Claude Joseph, quien ha llamado a la calma y ha declarado el estado de emergencia a nivel nacional.
Moïse había liderado Haití, una de las naciones más pobres del mundo, desde 2017, pero había enfrentado protestas generalizadas exigiendo su renuncia.
La historia reciente de la nación ha estado plagada de golpes de Estado, inestabilidad política y violencia de pandillas generalizada.
El Primer Ministro británico Boris Johnson, tuiteó que estaba “entristecido por la muerte de Moïse”, calificándolo de “un acto aborrecible” y pidiendo calma. El Presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ofreció sus condolencias al pueblo de Haití por el “horrible asesinato”. El Presidente de México también envió sus condolencias y recordó que el Presidente Moïse asistió al acto de su toma de posesión cuando asumió la presidencia.
Según los informes, la primera dama Martine Moïse llegó más tarde en avión a Fort Lauderdale, en el sur de Florida, para recibir tratamiento. No hay noticias oficiales sobre su condición.
¿Quién tomará el control?
Joseph calificó el tiroteo del Presidente como un “acto atroz, inhumano y bárbaro”, y dijo que los atacantes eran “extranjeros que hablaban inglés y español”. Los idiomas oficiales de Haití son el criollo y el francés.
Algunos informes hablaron de hombres vestidos de negro que portaban armas de gran potencia y que pudieron haber fingido ser parte de una operación antidrogas de Estados Unidos, aunque no se han dado detalles oficiales.
El embajador de Haití en Estados Unidos, Bocchit Edmond, dijo que “no había forma” de que agentes antidrogas estadounidenses llevaran a cabo el ataque. Creía que era obra de “mercenarios profesionales”.
Al dirigirse a la nación, Joseph prometió que los asesinos serían llevados ante la justicia y dijo que la situación de seguridad estaba “bajo control”.
El estado de emergencia, o “estado de sitio”, permite la prohibición de reuniones y el uso de militares para funciones policiales, junto con otras extensiones de los poderes ejecutivos.
Joseph dijo que “se han tomado todas las medidas para asegurar la continuidad” y que “la democracia y la república ganarán”.
Pero quedan dudas sobre cuánto control puede ejercer Joseph.
La constitución de Haití dice que los ministros, bajo el liderazgo del Primer Ministro, toman el control en caso de una vacante presidencial hasta que se puedan convocar elecciones.
Pero eso tampoco está claro, ya que un nuevo Primer Ministro, Ariel Henry, fue nombrado por Moïse esta semana, pero aún no ha jurado.
Más tarde, Estados Unidos dijo que creía que las elecciones deberían realizarse este año, para lograr una transferencia pacífica del poder.
Estados Unidos ha sido el mayor donante de Haití durante 50 años, pero ha tenido una relación conflictiva con algunos de sus gobernantes y ha llevado a cabo una serie de bloqueos e intervenciones.
El país también ha tenido fuertes lazos antinarcóticos con Haití para tratar de evitar que las drogas sudamericanas se envíen a través del país y luego a los EE. UU.
Al dirigirse a la nación, Joseph prometió que los asesinos serían llevados ante la justicia y dijo que la situación de seguridad estaba “bajo control”.
El estado de emergencia, o “estado de sitio”, permite la prohibición de reuniones y el uso de militares para funciones policiales, junto con otras extensiones de los poderes ejecutivos.
Joseph dijo que “se han tomado todas las medidas para asegurar la continuidad” y que “la democracia y la república ganarán”.
Pero quedan dudas sobre cuánto control puede ejercer Joseph.
Un residente, Pascale Solages, le dijo a la BBC: “Estamos en nuestros teléfonos celulares, nuestra radio, nuestra televisión, esperando lo que suceda después … todos están asustados”.
La vecina República Dominicana ordenó el “cierre inmediato” de su frontera con Haití.
Sentencia por decreto
Jovenel Moïse, de 53 años, estaba en el poder desde febrero de 2017.
Su tiempo en el cargo fue difícil ya que enfrentó acusaciones de corrupción y hubo manifestaciones generalizadas en la capital y otras ciudades a principios de este año.
La oposición de Haití dijo que el mandato de cinco años de Moïse debería haber terminado el 7 de febrero de 2021, cinco años después de que su predecesor, Michel Martelly, dimitiera.
Pero había habido un año de retraso en las elecciones después de la partida de Martelly, y Moïse insistió en que tenía un año más para servir, ya que no asumió el cargo hasta el 7 de febrero de 2017.
Las elecciones parlamentarias deberían haberse celebrado en octubre de 2019, pero las disputas las han retrasado, lo que significa que Moïse había estado gobernando por decreto.
En febrero de este año, el día en que la oposición quiso que dejara el cargo, Moïse dijo que se había frustrado un intento de matarlo y derrocar al gobierno.
Haití también se ha enfrentado a una ola de violencia de pandillas y secuestros recientes, particularmente en la capital, y varios de sus distritos se han convertido en áreas prohibidas.
El empeoramiento del nivel de vida en la nación de 11 millones de personas ha empujado a casi un 60% por debajo del umbral de pobreza.
Un terremoto en 2010 mató a más de 200.000 personas y causó grandes daños a la infraestructura y la economía.
En 2004 se estableció una fuerza de mantenimiento de la paz de la ONU para ayudar a estabilizar el país, y solo se retiró en 2017, pero la agitación no ha dado señales de terminar.
