Por: Redacción Criterio Diario/ Foto: REUTERS
Después de 20 años de guerra, las fuerzas extranjeras se están retirando de Afganistán tras un acuerdo entre Estados Unidos y los militantes talibanes que sacaron del poder en 2001.
El conflicto ha matado a decenas de miles de personas y ha desplazado a millones.
Los talibanes se han comprometido a no permitir que Afganistán se convierta en una base para terroristas que podrían amenazar a Occidente.
Pero los ex gobernantes de línea dura del país han ganado rápidamente territorio en las últimas semanas de los soldados del ejército afgano, a quienes ahora se les deja para proteger a un gobierno frágil.
Los talibanes también se comprometieron a mantener conversaciones de paz nacionales, pero muchos temen que el empeoramiento de la guerra civil siga siendo un resultado mucho más probable.
Sin embargo, Joe Biden, el cuarto Presidente de EE. UU. Que supervisa lo que se ha convertido en la guerra más larga de la historia de Estados Unidos, una que cuesta cientos de miles de millones de dólares, ha establecido una fecha simbólica del 11 de septiembre de 2021 para la retirada total.
¿Por qué Estados Unidos libró una guerra en Afganistán y por qué duró tanto?
En 2001, Estados Unidos respondió a los ataques del 11 de septiembre en Nueva York y Washington, en los que murieron casi 3.000 personas. Los funcionarios identificaron al grupo militante islamista al-Qaeda y a su líder Osama Bin Laden como responsables.
Bin Laden estaba en Afganistán, bajo la protección de los talibanes, los islamistas que estaban en el poder desde 1996.
Cuando se negaron a entregarlo, Estados Unidos intervino militarmente, eliminando rápidamente a los talibanes y prometiendo apoyar la democracia y eliminar la amenaza terrorista.
Los militantes se escabulleron y luego se reagruparon.
Los aliados de la OTAN se habían unido a Estados Unidos y un nuevo gobierno afgano asumió el poder en 2004, pero continuaron los mortíferos ataques de los talibanes. El “aumento de tropas” del presidente Barack Obama en 2009 ayudó a hacer retroceder a los talibanes, pero no fue a largo plazo.
En 2014, al final del año más sangriento desde 2001, las fuerzas internacionales de la OTAN finalizaron su misión de combate, dejando la responsabilidad de la seguridad al ejército afgano.
Eso dio impulso a los talibanes y se apoderaron de más territorio.
Las conversaciones de paz entre los EE. UU. Y los talibanes comenzaron tentativamente, con el gobierno afgano prácticamente sin participar, y el acuerdo sobre una retirada se produjo en febrero de 2020 en Qatar.
El acuerdo entre Estados Unidos y los talibanes no detuvo los ataques de los talibanes, sino que cambiaron su enfoque hacia las fuerzas de seguridad afganas y los civiles, y los asesinatos selectivos. Crecieron sus áreas de control.
La pregunta obvia es: ¿volverán a apoderarse del país los talibanes?
El Presidente Biden ha expresado su confianza en que los militantes no derrocarán al gobierno en Kabul.
Pero una evaluación de inteligencia de Estados Unidos en junio concluyó que podría caer dentro de los seis meses posteriores a la partida militar.
A principios de agosto, los talibanes controlaban aproximadamente la mitad del país, según una investigación de la BBC y otros.
El gobierno afgano cuestionó algunos de los reclamos territoriales de los militantes: se estaban librando feroces combates en varias ciudades clave y varias estaban en manos de los militantes.
Estados Unidos dice que mantendrá entre 650 y 1.000 soldados para vigilar la embajada de Estados Unidos, el aeropuerto de Kabul y otras instalaciones clave del gobierno. Los talibanes han dicho que las tropas restantes podrían ser atacadas.
¿Quién tiene el control en Afganistán?
El otro gran temor es que el país vuelva a convertirse en un campo de entrenamiento para el terrorismo.
Los funcionarios talibanes insisten en que se adherirán plenamente al acuerdo y evitarán que cualquier grupo utilice suelo afgano como base para ataques contra Estados Unidos y sus aliados.
Dicen que sólo apuntan a implementar un “gobierno islámico” y no representarán una amenaza para ningún otro país.
Pero muchos analistas dicen que los talibanes y al-Qaeda son inseparables, con los combatientes de este último fuertemente arraigados y comprometidos en actividades de entrenamiento.
También es importante recordar que los talibanes no son una fuerza centralizada y unificada. Algunos líderes pueden querer mantener a Occidente en silencio sin provocar problemas, pero los de línea dura pueden ser reacios a romper los vínculos con al-Qaeda.
Tampoco está claro cuán poderosa es al-Qaeda y si ahora podría reconstruir su red global.
Luego está la rama regional del grupo Estado Islámico, ISKP (provincia de Khorasan), a la que se oponen los talibanes.
Al igual que al-Qaeda, el ISKP ha sido degradado por Estados Unidos y la OTAN, pero podría utilizar el período posterior a la retirada para reagruparse.
Su número de combatientes podría estar entre unos pocos cientos y 2.000, pero puede intentar afianzarse en Kazajstán, Kirguistán y partes de Tayikistán, lo que podría ser una grave preocupación regional.
Al día de hoy, más de los 60 países, incluidos EE. UU., Reino Unido y Australia, han emitido una declaración conjunta en la que afirman que los afganos y los ciudadanos internacionales que deseen salir de Afganistán deben poder hacerlo, instando a los talibanes a que los dejen ir.
“Aquellos en posiciones de poder y autoridad en todo Afganistán tienen la responsabilidad y la rendición de cuentas por la protección de la vida humana”, dijo el comunicado conjunto.
Añadió que el pueblo afgano “merecía vivir con seguridad, protección y dignidad”.
¿Quién puede salir de Afganistán ahora mismo?
La situación en el aeropuerto internacional de Kabul es caótica, ya que miles de personas intentan huir de los talibanes que marcharon ayer hacia la capital de Afganistán.
Estados Unidos ha enviado tropas de respaldo para asegurar el aeropuerto con las fuerzas de la OTAN. Su operación de casi 6000 soldados se haría cargo del control del tráfico aéreo, dijo el departamento de estado.
Las naciones extranjeras están dando prioridad a las evacuaciones de sus diplomáticos y ciudadanos de la capital. Pero Estados Unidos dijo que también aceleraría los esfuerzos para evacuar a los afganos que habían trabajado para ellos, como traductores, así como a los locales vulnerables que son elegibles para visas especiales de inmigrantes.
“Para todas las categorías, los afganos que hayan pasado el control de seguridad continuarán siendo transferidos directamente a los Estados Unidos. Y encontraremos ubicaciones adicionales para aquellos que aún no se han examinado ”, dijo el departamento de estado.
Pero no está claro qué tan pronto ocurrirá. Testigos presenciales dicen que hay poco orden en el aeropuerto en este momento: han informado de casi estampidas para subir a los aviones y personal desaparecido de los mostradores de facturación y los controles de seguridad.
