A mi Red de Emprendedoras…

Criterios Vianey Denicia

Iniciar este proyecto llamado “Red de Emprendedoras” me llevó a navegar por muchos mares distintos pero todos en algún punto se conectaban entre sí, había detrás de cada travesía el deseo de hacer algo que me apasionara, que me diera felicidad, que me conectara más conmigo, quería que ese tiempo valiera realmente la pena y no sólo de manera monetaria sino desde adentro, ¿cuál sería el propósito de tener dinero si no la puedo disfrutar?

Si nos ponemos a pensar desde que somos pequeños jugamos a “trabajar” y ese juego, luego, luego se termina convirtiendo en una obligación de vida que por lo general hacemos sin ganas y bajo mucha presión consciente e inconsciente, ya que vamos cargando en nuestra mochilita las expectativas propias y ajenas, uff mucho peso.

Ahora bien, si el trabajo es el lugar donde invertimos más tiempo de nuestra preciada vida: 

¿Por qué hacer algo que no nos hace feliz?

¿Cuál es el sentido?

Esas fueron algunas de las preguntas que empezaron a resonar primero en mi cabeza y después en mi corazón, así de a poco me di cuenta que pensar en lo que me gustaba hacer o en lo que me generaba pasión no fueron cosas que aprendí en la infancia, sino todo lo contrario aprendí muy bien el “deber hacer” sin pasar por el SER.

Así tuve que transitar durante un tiempo largo a la deriva aceptando los miedos, la incertidumbre y el no saber, no tener idea qué quería, qué me hacía feliz o cual era mi pasión. Encontrar mi Don y conectar con mis talentos fue un laberinto de pruebas y errores, siempre supe desde niña que quería ser mi propia jefa y cuando tuve mi primer emprendimiento lo único que me motivaba era la independencia económica, fue mucho tiempo después (varias caídas, fracasos empresariales, fracasos personales y re conexión conmigo misma) que comprendí; sin corazón no hay nada.

Recordé cuales eran mis sueños de la infancia, esa Vianey de pequeña que jugaba a ser empresaria porque esperaba mitigar un poco el dolor con solvencia económica, lo único que estaba haciendo era repetir un patrón heredado. Así que decidí ir un poco más profundo, investigar cuales eran mis talentos naturales, esos que te sale sin pensar y disfrutas más que nada, lo que más te hace feliz en el día a día. En ese ejercicio despertó mi Semilla, entendí y aprendí que por más que esté de moda emprender, si un emprendimiento no tiene corazón está destinado al fracaso, porque el mundo está cambiando a pasos agigantados, porque la Tierra ya no necesita más empresas ni empresarios deseosos por generar riquezas a costa de cualquier cosa.

La Tierra, necesita personas conectadas con su esencia, que deseen vivir de sus talentos naturales y compartir con el mundo lo que tienen para dar, así que decidí convertirme en Líder.

El mundo que hoy comienza a abrirse paso hacia el futuro necesita personas conectadas con su corazón, conectadas con su semilla esa que los hace únicos, como tú, como yo y como todos los que día a día se animan a emprender y liderar porque desean un cambio verdadero en sus vidas.

Que no te hagan creer y tú tampoco creas que no tienes un talento que despertar, todos somos distintos y todos absolutamente todos tenemos DONES únicos que nos hacen ser quienes somos, cuando logramos callar la mente para escuchar nuestra alma los caminos comienzan a visualizarse, las personas llegan y las oportunidades nos encuentran porque comenzamos a vibrar en sintonía con nuestro corazón y la semilla luego de haber estado nutriéndose comienza a germinar.

Emprender desde el corazón es darle forma a ese sueño que deseas materializar con un propósito bien definido que te permita hacer lo que más te gusta sin descuidar el resto de las cosas, los emprendimientos que están conectados con un propósito, no se arman solo pensando en un propósito personal, sino que también buscan resolver problemas de la comunidad, cuidar el medio ambiente y por sobre todas las cosas generan bienestar personal, es el equilibrio perfecto entre mente y corazón alineados y para mí eso es justo Red de Emprendedoras.

Si estás pensando en emprender busca en tu corazón cuáles son los sueños abandonados y los talentos naturales que te hacen ser quien eres y jamás los abandones. Mente, corazón y acción es lo que necesitas para empezar.

vianey.denicia@criteriodiario.com