Quiero dormir.

Angelica Lobato Torres Criterios

No les ha pasado que, al leer un libro, pierden la noción del tiempo, en especial durante la noche y cuando se dan cuenta, ya pasaron toda la noche leyendo, aún cuando prometieron que sólo leerían unas páginas más. Es una bendición encontrar un libro que haga que no puedas dejar de leer; maldición es que un libro que seguramente no fue barato, no dure más de un par de noches, es más sólo dura un par de horas.

Tristemente a veces el problema de no poder conciliar el sueño no es por un libro, sino que se va en busca de un libro que nos aconseje que hacer cuando no se puede dormir en lo absoluto. Yo soy lectora nocturna y el comenzar a leer sólo logra que me frustre más, ya que además de la ceguera, a veces los ojos se me cierran pero mi cerebro quiere saber más de la historia que estoy leyendo.

Las series de televisión y películas nos han inculcado que el primer encuentro que se da entre los libros y dormir es cuando somos niños, el cuento antes de dormir es una tradición que creo todos los padres quieren iniciar con sus hijos aunque no sé cual sea el porcentaje de éxito. Lo que si se, es que existen cientos de libros de cuentos para antes de ir dormir y es un regalo infalible para las fiestas infantiles, y que, si son acumuladores compulsivos como yo, es posible que los niños los mantengan con ellos por el valor sentimental.

También están los libros para que los papás logren que los niños pequeños duerman durante toda la noche solos y en su propia cama. Algunos libros que dicen que hay que dejar que el chamaco duerma con los papás hasta que decida dormir solo o que hay que dejarlos llorando hasta que se duerman del cansancio. Creo el chamaco encontrara su ritmo y los papás son los que quedaran traumados para siempre con la decisión que tomaron.

Para nuestra desgracia, los cuentos de hadas o dragones ya no nos sirven cuando somos adultos. A esta altura los libros para ayudar a dormir te dicen que es lo que puedes hacer para dormir de manera eficiente (que triste se lee eso, tenemos que ser eficientes hasta para dormir). “Buen Dormir, El cómo crear un lugar de descanso adecuado” de Pere León, nos explica que más allá de lo que hagamos es importante el lugar donde dormimos, como tenemos que alejarnos de las ondas electromagnéticas para tener un sueño de calidad. “Comer para dormir” de Karman Mayer es una guía de los alimentos que podemos consumir para tener un sueño de calidad, que aunque no creo incluya los tacos de asada y un boing de mango, si creo ciegamente en que podrían ayudar a que el cuerpo trabaje de cierta manera para descansar mejor, si yo pudiera consumir lactosa, no dudaría en tomar una taza de leche calientita antes de dormir; y tan creo en esto que soy de las que si no ceno, no duermo.

Por último y si la situación de insomnio es muy cruel, les recomiendo: “Esto te mandara a dormir” de K. Mccoy, que es una muy entretenida recopilación de datos inútiles que sirven casi de manera hipnótica a que duermas y sino no logras dormir, sabrás datos extremadamente inútiles que dirás “bueno, al menos aprendí algo que seguramente nadie más tiene porque saber”.

Pero seamos honestos, sino pueden dormir hay un universo de opciones que puede ayudarlos, desde el té de las 12 flores hasta un Tafilito los puede ayudar, yo sé que no es lo mismo, pero no hay nada más hermoso que despertar de una buena noche de verdadero descanso.