Por: Redacción Criterio Diario / Foto: Twitter @di_sassi
Este sábado 16 de octubre, el Presidente de Brasil Jair Bolsonaro, vetó una ley que busca promover la distribución gratuita de toallas higiénicas, que son uno de los muchos productos a los que miles de mujeres de escasos recursos no tienen acceso, provocando que no tengan su periodo con dignidad e higiene.
La diputada de izquierda y autora de esta iniciativa legislativa Marilia Arraes, anunció que busca beneficiar a cinco millones de mujeres, incluidas estudiantes de barrios de clase trabajadora y reclusas, por lo que espera anular el veto en el Parlamento. Sin embargo, el jueves 14 de octubre en la noche, Bolsonaro dijo en su programa semanal de Facebok que, si el Parlamento cancela el veto, los promotores de la ley tendrían que “arreglárselas” para encontrar los fondos para la distribución gratuita de las toallas sanitarias. “No voy a crear ni a aumentar impuestos para financiar esto”, sostuvo.
Ante esta situación, y mencionó que “Bolsonaro muestra que no tiene ni una pizca de sensibilidad con las mujeres. Él deja clara toda su misoginia con ese veto. No podemos callarnos, pues estamos hablando de la vida, de la dignidad de miles de mujeres. Ese veto es un atentado contra todas nosotras”.
Muchas mujeres, incluidas varias celebridades, han manifestado su descontento a través de redes sociales, donde critican el veto presidencial con la etiqueta #LivreParaMestruar (Libre para menstruar). La cantante Petra Gil, Hija de Gilberto Gil, escribió en su cuenta de Instagram: “¿En qué siglo estamos? ¿Por qué aún tenemos que desgastarnos por temas obvios? Hoy, una vez más, las mujeres fuimos irrespetadas. La pobreza menstrual está presente hace años en nuestro país”.
De acuerdo con información de la filial brasileña Girl Up, una Organización no Gubernamental (ONG) fundada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), una de cada cuatro adolescentes en el país debe ausentarse a la escuela varios días al mes por no poder “tener su periodo con dignidad”. Aunado a esto, de acuerdo con un informe de la Unicef sobre pobreza menstrual en Brasil, 713,000 niñas jóvenes no tienen baños ni duchas en casa y más de cuatro millones “no tienen acceso a la higiene necesaria en las escuelas”.
