Por: Redacción Criterio Diario / Foto: REUTERS
El aliado de Trump, Steve Bannon, se ha entregado a las autoridades para enfrentar los cargos de desacato del Congreso luego de negarse a dar evidencia sobre los disturbios en el Capitolio.
Bannon desafió una citación para testificar sobre lo que sabía sobre los planes para la protesta que terminó con los partidarios de Trump irrumpiendo en el Congreso.
El viernes, el Departamento de Justicia acusó formalmente a Bannon, un ex estratega de la Casa Blanca de Trump.
Ahora enfrenta hasta un año de prisión y una multa de $ 100,000.
Bannon, de 67 años, se entregó a los funcionarios de la oficina de campo del FBI en Washington DC el lunes por la mañana.
Los partidarios del expresidente Donald Trump irrumpieron en el edificio del Congreso de los Estados Unidos el 6 de enero cuando se certificaban los resultados de las elecciones de 2020 en el interior.
Trump, un republicano, se ha negado a reconocer que perdió las elecciones ante el presidente demócrata Joe Biden el año pasado, haciendo afirmaciones, sin evidencia, de fraude electoral masivo.
Bannon fue acusado de un cargo de negarse a comparecer para una declaración y un cargo de negarse a proporcionar documentos citados a un comité que investiga el motín.
Al comparecer ante el tribunal el lunes por la tarde, dijo que creía que los cargos tenían motivaciones políticas y prometió luchar contra ellos. “Estamos cansados de jugar a la defensiva. Vamos a pasar a la ofensiva en esto”, dijo.
Como parte de las restricciones impuestas por el tribunal, el Sr. Bannon deberá registrarse semanalmente, permanecer en su dirección indicada y notificar a las autoridades sobre cualquier plan de viaje internacional. El tribunal está en posesión del pasaporte del Sr. Bannon.
Aún no se ha presentado ninguna declaración de culpabilidad y se ha programado una audiencia virtual para el jueves por la mañana.
Según los documentos de la citación, Bannon, que actualmente presenta el podcast de derecha War Room, dijo en vísperas de los disturbios que “mañana se desatará el infierno”.
Sus abogados han argumentado que sus comunicaciones relacionadas con el ex presidente están protegidas.
La de Bannon es la primera acusación de este tipo que surge de la investigación del Comité Selecto de la Cámara de Representantes sobre el evento del 6 de enero.
Trump ha instado a los ex ayudantes a rechazar las solicitudes de declaración, argumentando que están cubiertas por el privilegio ejecutivo, un principio legal que protege muchas comunicaciones de la Casa Blanca.
Otro funcionario de Trump, el exjefe de gabinete de la Casa Blanca, Mark Meadows, también puede enfrentar consecuencias por desafiar una citación similar para comparecer ante el comité.
La decisión de Meadow de “desafiar la ley” puede obligar al comité a seguir procedimientos por desacato como los aplicados al Sr. Bannon, dijo el presidente del comité de investigación.
La semana pasada se emitieron decenas de citaciones en las que se pedía a los exfuncionarios de Trump que entregaran documentos y testificaran sobre el motín.
El domingo, Trump defendió a su ex asistente, a quien despidió en 2017, diciendo: “Este país quizás nunca le ha hecho a nadie lo que le ha hecho a Steve Bannon”.
