Por: Redacción Criterio Diario / Foto: Twitter @lopezdoriga
En medio de lo que puede considerarse como la quinta ola de coronavirus, que ha azotado a distintos países de Europa en las últimas semanas, Francia ha provocado preocupación internacional al detectar varios casos de una nueva variante de COVID-19. La variante es conocida como B.1.X o B.1.640 y ha sido reportada en Bannalec y Finisterre, en Francia.
La variante fue descubierta después de que 24 personas, incluidos 18 estudiantes, se infectaran en un colegio ubicado en la región de Bretaña. De acuerdo con medios locales, la escuela donde ocurrió el brote se vio obligada a cerrar el 50% de sus clases.
De acuerdo con el profesor Cyrille Cohen, de la Universidad de Bar-Ilan, la variante francesa tiene algunos rasgos característicos que la alejan de otras variantes registradas en el mundo, como la Delta. Uno de estos rasgos es que la proteína de pico, que es la que permite que el virus de adhiera a la célula humana e inicie el proceso de infección, tiene algunas deleciones
La variante Delta sigue siendo la cepa dominante en Reino Unido, Suiza, Escocia e Italia. No obstante, Reino Unido también ha registrado algunos casos de esta variante. Por este motivo, la agencia de seguridad sanitaria del Reino Unido ha clasificado a B.1.640 como una variante que requiere permanecer bajo supervisión.
A pesar del descubrimiento de esta nueva variante y el aumento de casos en el país, las autoridades francesas han asegurado que la situación se encuentra bajo control. Hasta el momento se desconoce si esta nueva variante representa un riesgo mayor de contagio o si traerá otros problemas para la salud.