¿Recuerdan que se inició una gran campaña de gestión de bienes culturales al inicio de este sexenio Federal? Si no lo recuerdan, permítanme contarles que por medio de la Secretaría de Relaciones Exteriores y emisarios culturales, se gestionó ante los gobiernos del mundo, el préstamo de piezas de valor histórico cultural Mexicano. Por ejemplo, el Quetzalapanecáyotl que se encuentra en Austria (el cual una vez más fue negado en préstamo debido a la fragilidad de la pieza y el riesgo que correría en el traslado), los códices que se encuentran bajo resguardo de los archivos vaticanos (Códice Borgia, Códice Vaticano…), entre otras más. Recordemos que muchas obras de arte fueron exportadas en la época de la Colonia para presentar ante Europa la manufactura del Nuevo Mundo y demostrar de igual manera las riquezas que en el mismo se encontraban.
Pues el año pasado (2021) se inauguró la exposición “La Grandeza de México”, una exposición en dos sedes que promete presentar al visitante los tesoros artísticos-históricos que han definido a la Nación Mexicana en estos 500 años desde la caída de México-Tenochtitlán, y 200 años del México independiente.
Así es como en la sala de exposiciones temporales del Museo Nacional de Antropología se encuentra una parte de la exposición (Siendo que la segunda sede es el edificio que ocupa la Secretaría de Educación Pública en la Ciudad de México).
Y es en este espacio donde se decidió que convivieran piezas como el Chaac que reside habitualmente en la sala Maya de dicho Museo conviviendo con una copia del Códice Mendoza; estandartes de la independencia, retratos de Iturbide, Guadalupe Victoria, Morelos, Hidalgo, un magnífico biombo que presenta de manera detallada la conquista de México y más obras sobre las cuales iré ahondando.


Así comienza la historia de México en estas salas que han albergado a exposiciones temporales que han narrado la historia de los Zares de Rusia, la historia griega, el esplendor de Egipto y su relación con México, Persia e Irán entre muchas más; ahora toca el turno de los lujos de México, de aquellas obras que nos han definido.
En esta primera parte, la parte del Museo de Antropología, se exponen obras en su mayor parte que se encuentran dentro del territorio Nacional, así es que convergieron por primera vez en este espacio, desde piezas prehispánicas provenientes de Tehuacán, olotes de maíz que refuerzan la idea que la cuna del maíz es Puebla, o hermoso arte plumario que se encuentra en Francia.

Como un amante de la historia de México y del arte me ha emocionado de sobremanera el poder tener cerca obras de Cristóbal de Villalpando, quien fue encargado de decorar la cúpula del altar de los Reyes en la Catedral Metropolitana de la Ciudad de Puebla, aquí presentando dos obras de temática religiosa, “El triunfo de la Eucaristía” y “Los desposorios de María y José”.


Ahora, aquí es donde empecé a padecer un poco, al ver como no solamente yo, sino los demás visitantes de la exposición, batallábamos por encontrar un ángulo en donde la luz no reflejara tanto sobre la superficie de las pinturas, siendo este difícil de encontrar. En la primera pintura, que presenta el triunfo de la Eucaristía el reto es casi imposible, es decir, no se puede apreciar la pintura, ya que no se puede distanciar uno lo suficiente, al tener otro elemento inmediatamente al frente de la misma. Y en el segundo, aun retirándonos lo suficiente, la iluminación directa sobre la pintura hace que elementos de la misma desaparezcan, y se pierda el gran detalle con el que Villalpando elaboraba las obras.
Continuando el recorrido es grato el reencontrarse con las magnas obras que ilustraron las portadas de los libros de Texto Gratuitos que acompañaros nuestros años formativos, así “El Globo”, “La Espina” o el retrato de Sor Juana Inés de la Cruz (que tiene reflectores que le dan justo al lado del ovalín central), ilustrarán y presentarán imágenes que sin duda traen recuerdos a todos.



Con obras de Arrieta, Velazco, Juan O Gorman, Siqueiros, Saturnino Hernán, González Camarena y muchos más nos presentan la parte uno de la “Grandeza de México”, con muchos retos en cuestión visual, ya que nuevamente, muchas de las obras carecen de la iluminación adecuada y demeritan la apreciación del espectador. Aun así, es una gran reunión de obras que en ningún otro momento se llevaría a cabo y que para verlas se requeriría de un gran viaje para poder llegar a apreciar muchas de ellas.
Si tienen tiempo, y llegan a estar cerca del gran Museo Nacional de Antropología, no pierdan la oportunidad de ver esta primera parte de la exposición, dense una vuelta por la misma, reencuéntrese con las joyas de la historia Nacional y gocen de aquellos elementos que pocas veces salen a la luz.