Redacción: Criterio Diario/ Foto: telemundo.com
Casi 80 millones de personas que viven en el sureste de Estados Unidos estaban en alerta máxima el domingo debido a una severa tormenta invernal que dejó sin electricidad a 240.000 usuarios y obligó a cancelar miles de vuelos.
El Servicio Meteorológico Nacional (NWS, por sus siglas en inglés) pronostica fuertes nevadas principalmente en Georgia, Carolina, Tennessee y Virginia, ya que un frente frío se moverá hacia el noreste durante el día y hacia la región inferior de los Grandes Lagos, hasta llegar a Canadá.
Los primeros efectos se sienten ya en Georgia y Carolina del Norte, donde se han cancelado más de medio millar de vuelos en el aeropuerto internacional de Charlotte, o el 91 % de los previstos, según la web especializada FlightAware.
En total, según el portal, se han cancelado más de 2.600 vuelos y cientos más se han retrasado a nivel nacional, muchos de los cuales han salido o llegado al Aeropuerto Internacional Hartsfield-Jackson de Atlanta, el aeropuerto más transitado de Estados Unidos por tráfico de pasajeros.
El NWS había pronosticado previamente, que indicaba que esta tormenta invernal “importante” tendría un “impacto significativo” en los viajes en el este de los EE. UU., donde se espera esto. Habrá nevadas más intensas a lo largo de los Montes Apalaches y heladas en las Carolinas.
La tormenta también ha afectado el suministro de electricidad en la región, según la web PowerOutage, que informa de los apagones en EE.UU. En Georgia, más de 93.000 clientes carecen de electricidad, similar situación que sufren unos 89 mil en Carolina del Sur, 26 mil en Carolina del Norte y otros 33 mil en Florida.
Al sur de Florida, el NWS emitió el domingo una advertencia de posibles huracanes para las partes central, este y sur de la península.
La parte más al sur del pais, incluido Miami, está en alerta de huracán hasta media tarde de este domingo, mientras que, en el centro del estado, medios locales informaron que uno fue avistado en la zona metropolitana de Orlando.
Este frente de baja presión amenaza no solo con fuertes nevadas y bajas temperaturas, sino también con lluvias torrenciales y fuertes vientos en el sureste del país.
