Po: Redacción Criterio Diario/ Foto: Antena3.com
El rey Felipe VI elogió, este martes, el modelo de presencia española en suelo americano durante la conquista española, un modelo “en el que nuevas regiones del reino se integraron a gran escala” con otros reinos.
El rey participó en las celebraciones de los 500 años de la fundación de la ciudad de San Juan, la capital de Puerto Rico, en momentos en que los movimientos indigenistas ven en la conquista de América una operación de exterminio y explotación de sus recursos naturales.
“La fundación de estas ciudades implicó la creación de instituciones de gobierno, la construcción de universidades, escuelas, hospitales e imprentas. España trajo consigo su lengua, su cultura, su credo; y con todo ello aportó valores y principios como las bases del derecho internacional o la concepción de los derechos humanos universales”
Habiendo recibido las llaves de la ciudad de manos del alcalde Miguel Romero, el rey reivindicó también el papel de Juan Ponce de León, conquistador español y primer Gobernador de Puerto Rico, cuya estatua en el Viejo San Juan fue derribada esta semana antes de la visita del Rey.
El monarca destacó que en las primeras ciudades hispanas en América “España impulsó construcciones y edificaciones que hoy, más de 500 años después, siguen albergando las instituciones públicas”.
Algunas de esas instituciones dieron lugar a que el centro histórico de San Juan fuera declarado patrimonio de la humanidad por la Unesco en 1993.
Resaltó que la colonización española “implicó la creación de instituciones de gobierno, la construcción de universidades, escuelas, hospitales e imprentas. España trajo consigo su lengua, su cultura, su credo; y con todo ello aportó valores y principios como las bases del Derecho Internacional o la concepción de derechos humanos universales”.
El monarca hizo un llamado a sentirse “orgullosos todos, puertorriqueños, españoles y resto de pueblos hispanos” de los valores y principios que llevó España a América, “muchos de los cuales están todavía vigentes y nutren el acervo de lo mejor de las sociedades democráticas”.
Unos valores, insistió, “tan básicos que hoy nos parecen evidentes, pero que no lo eran en otras épocas”, en alusión a la consideración de los indios como seres humanos dotados de alma.