Por: Reacción Criterio Diario / Foto: Twitter: @janzenil
Damnificados por las inundaciones registradas en Tula de Allende, Hidalgo, en septiembre del año pasado, denunciaron que los colchones que las autoridades locales les entregaron a modo de ayuda son usados, incluso que algunos tienen chinches, garrapatas y rastros de orina.
“Cómo es posible que el presidente nos mande a las comunidades que nos inundamos esta basura, mejor no nos hubiera dado nada”.
Uno de los damnificados, a modo de protesta, llevó su colchón al centro de la localidad conocida como Cruz Azul para quemarlo.
Además de denunciar este hecho, los damnificados dejaron en evidencia que posiblemente hubo un desvío de recursos ya que las autoridades locales reportaron el gasto de los colchones como si estos fueran nuevos. El ayuntamiento facturó los colchones a un costo de 900 y mil 600 pesos.
“Al parecer eran de los mismos que se echaron a perder con el agua y que alguien juntó para reciclarlos cosiéndoles tela por encima, o de plano los recogieron del basurero”.
El gobierno municipal de Tula de Allende “hace notar que por estar el estado y el país inmersos en un proceso electoral, existe una veda electoral que le impide referirse a temas que vayan más allá de la salud, educación y protección civil”.
El gobierno encabezado por Manuel Hernández pide que hagan el trámite “en apego a la Ley de Transparencia y acceso a la información pública, y la ley de adquisiciones arrendamiento y servicios del sector público respetando, como es su obligación, la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales”.

