Por: Reacción Criterio Diario / Foto: Twitter: @DiegoZorrero
El Gran Premio de Arabia 2022 ha quedado marcado por el ataque con misiles y drones a la refinería de la petrolera, Aramco, en la ciudad de Jeddah, a casi 20 kilómetros del circuito.
Los ataques fueron adjudicados a lo hutíes, un grupo rebelde de Yemen, país vecino de Arabia, que en días anteriores ya había realizado un ataque a la misma refinería; la cual desde 2020 es patrocinador de Fórmula y desde 2022 patrocinador de la escudería Aston Martin.
Autoridades de árabes y de Fórmula 1 garantizaron la seguridad para que se realizara la carrera del Gran Premio el domingo 27 de marzo, argumentando que no hay lugar más seguro en Arabia, pues los hutíes no atacan civiles, sino infraestructura.
Arabia sostiene un conflicto armado con los hutíes desde 2011, por el control del gobierno de Yemen. La guerra ha dejado a Yemen en medio de la crisis humanitaria más grande del mundo desde 2015, de acuerdo con la ONU. De los 28 millones de habitantes, se estima que la mitad padece hambre, como consecuencia de la guerra, causando más de 56 mil personas fallecidas, y la epidemia más grande de cólera en nuestra era.
Los hutíes son conocidos como un grupo revolucionario con poder militar, creado en la década de los 90 por Hussein Badreddin al Houti, quien fue asesinado en 2004 por soldados de Yemen y desde entonces el grupo es liderado por Abdul Malik, hermano de Hussein.
Irán es aliado de este grupo revolucionario y apoyó con formación militar, armas y misiles, así como fondos económicos durante los ataques árabes de 2015, de acuerdo con la BBC, aunque el gobierno de Irán lo ha negado.
