Por: Redacción Criterio Diario / Foto: REUTERS
El centro financiero de Shanghái de China lanzó este lunes un confinamiento en dos etapas para sus 26 millones de residentes, cerrando puentes y túneles y restringiendo el tráfico en las carreteras en una lucha por contener el aumento de casos de COVID-19.
El cierre rápido, fue anunciado por el gobierno local el domingo por la noche y dividirá la ciudad más poblada de China aproximadamente a lo largo del río Huangpu durante nueve días para permitir que los trabajadores de la salud realicen pruebas “escalonadas” con trajes blancos para materiales peligrosos.
Es la mayor interrupción relacionada con el COVID que ha afectado a Shanghái, y provocó que los precios de las materias primas, incluidos el petróleo y el cobre, bajaran por temor a que cualquier restricción adicional pudiera afectar la demanda en China, la segunda economía más grande del mundo.
Los residentes al este de Huangpu fueron confinados en sus hogares. Algunos dijeron que los trabajadores de la salud llegaron para realizar pruebas a las 7 a.m. del lunes.
Los del oeste se apresuraron a almacenar alimentos y otros bienes mientras se preparaban para un destino similar a partir del 1 de abril. Los servicios de entrega se vieron abrumados y los supermercados se quedaron sin suministros. Varios usuarios de las redes sociales publicaron imágenes de lo que habían logrado comprar.
“Muchos mercados mayoristas ahora están cerrados”, dijo Bi Yingwu, un comerciante de 50 años. “Algunos vendedores son reacios a comprar verduras. Si no podemos obtener verduras de los mayoristas o el mercado húmedo está cerrado, estamos acabados”.
Los bordillos marcan un cambio para las autoridades de Shanghái, que el sábado negaron que la ciudad estaría cerrada mientras buscaba un enfoque más fragmentario de “rebanar y cuadricular” para tratar de controlar las infecciones.
