Por: Redacción Criterio Diario / Foto: REUTERS
Debanhi Escobar, una estudiante de derecho de 18 años, desapareció el 9 de abril, en medio de una serie de desapariciones de mujeres en la capital de Nuevo León, Monterrey, que ha provocado protestas y ha intensificado el escrutinio internacional sobre la violencia de género en México.
Veintiséis mujeres y niñas han desaparecido en Nuevo León desde principios de año y cinco más han sido encontradas muertas tras ser reportadas como desaparecidas.
Debanhi fue vista con vida por última vez junto a una carretera en una foto tomada por un conductor contratado para llevarla a casa después de una fiesta.
El viernes, su padre, Mario Escobar, acusó al conductor de tratar de manosear los senos de su hija, citando imágenes de una cámara de video, sugiriendo que eso fue lo que la llevó a salir del auto. Lo que sucedió después de que ella salió del vehículo no está claro.
En entrevista con medios locales, Escobar también identificó el cuerpo en la cisterna como el de su hija, y acusó a las autoridades de manejar mal la investigación.
“Mi hija está muerta por incompetencia (de las autoridades) y por acosadores sexuales”, dijo.
La oficina del fiscal general del estado dijo que nadie está actualmente bajo custodia en relación con el caso.
El conductor no pudo ser contactado para hacer comentarios.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, dio este viernes sus condolencias a la familia y dijo que la muerte del adolescente podría ser investigada por la Procuraduría General de la República a pedido de la familia para que “no queden dudas” sobre el caso.
El viernes por la tarde, cientos de mujeres marcharon a la oficina del fiscal general y luego a una concurrida carretera del centro, paralizando el tráfico en hora pico, para protestar contra la violencia de género.
Los manifestantes exigieron la renuncia del secretario de seguridad del estado, Aldo Fasci, y portaban carteles con los nombres y rostros de Debanhi Escobar y otras mujeres locales que han desaparecido o han sido halladas muertas recientemente.
“Estoy aquí por todas las hijas de Nuevo León, porque queremos un estado seguro y libre para ellas”, dijo Adriana Flores, de 45 años.
