La fiesta de los museos

Criterios Jaime A. Romano

Para quienes disfutamos de los espacios denominados “museos”, podemos encontrar en los mismos bóvedas que resguardan las historias de nuestros antepasados, las grandes colecciones de arte de quienes de una afortunada manera se esmeraron en crear un acervo para pasárselo a las generaciones venideras, o quizás aquellos espacios que nos presentan las propuestas nacientes de artistas de esta época.

Así que los museos de Puebla decidieron celebrar, por medio de conferencias, exposiciones, recorridos por sus salas entre otros eventos, así se conmemoró el día internacional de los museos, pero ¿Tenemos algo que celebrar?

En Puebla día a día las insituciones culturales públicas dejan perder patrimonio, no solo artístico sino arquitectónico, espacios culturales se pierden, arte desaparece de las vitrinas de los recintos, lugares históricos son privatizados o demolidos, todo a la vista del ciudadano.

También no puedo dejar de mencionar que quizás la mayor causa del deterioro de nuestros recintos culturales públicos es la indiferencia del visitante, así como la baja afluencia a los mismos. Los museos de Puebla necesitan visitantes, necesitan quien se preocupe por ellos y no desde el asiento de una oficina, sino que sean los espectadores quienes cuestionen sobre el estado de las obras y de los edificios que los albergan.


Quizás la falta de eventos culturales dentro de los museos es lo que ha alejado de los mismos a los visitantes, se requiere un programa de educación contínua que promueva entre los ciudadanos la cercanía a los recintos en manos del Estado, que los invite a reconocer estos grandes de la historia y sobre todo que nos compartan la historia de sus colecciones, sus edificios así como la interacción con la sociedad.

A partir de esta fecha se ha sucitado un debate alrededor de la siguiente pregunta: ¿Qué museo de Puebla es de clase mundial?, y en mi humilde opinión solo se tiene una respuesta, el único museo que cuenta con una colección propia de arte prehispánico, arte virreinal, arte moderno, un edificio impresionante, que aunque siendo un museo con 30 años de historia, se ha esforzado en mantenerse vigente, inclusive con una gran intervención por parte de uno de los despachos de arquitectos más famosos del país, el Museo Amparo. Y es la misión del museo que lo hace más vigente, no solo tiene grandes colecciones con una museografía atractiva al visitante, sino un excelente trabajo de promoción e integración de comunidad, constantemente promoviendo la educación contínua por medio de talleres, conferencias, pláticas; acercando su biblioteca al visitante, ofertando no solo actividades para adultos sino también para niños y jóvenes, acercándolos a la cultura, arte e historia que promueve dicho espacio.

Sobre el otro museo, el que debía ser el ícono de la Cultura en la región, el museo internacional, tristemente ha sido relegado a las sombras, a un segundo plano donde no se le promueve ni se exalta su arquitectura ni las obras que expone. Dejando mucho que desear y que esperar de dicho espacio, ya que fue concebido como la joya de la corona de un proyecto de modernización del Estado, con un edificio icónico que inspiraría a propios y extraños a ser visitado y revisitado, con exposiciones temporales que acercarían al visitante a la historia de un periodo artístico.

Con esto Puebla tiene mucho que reflexionar, nuestras noches de museos atraen a un sinfín de visitantes a los recintos del centro histórico, pero ¿cuántos de ellos regresan entre semana para ahondar sobre la historia de una pieza? ¿cuántos se interesan de manera más profunda en el acervo cultural de los museos? ¿cuántos recordarán las obras que los recintos resguardan?

Un día de los museos no es suficiente, se requiere una campaña que promueva la visita a los recintos, que los llene de vida, de visitantes, y que estos a su vez cumplan con su labor de ser el faro de educación que deben ser para la población.