Amor, Guadalupe Amor

Angelica Lobato Torres Criterios

No les voy a mentir, cuando escucho el nombre de Pita Amor me acuerdo del programa de Horacio Villalobos llamado “Desde Gayola” donde un drag queen era Pita y la representaba como una anciana senil que hablaba en rimas. Nunca me tome la molestia de averiguar más sobre Guadalupe Amor, pero hace unos días escuche que saldría una novela donde ella sería la protagonista y obviamente dije… díganme más.

Una mujer llamada Guadalupe Teresa Amor Schmidtlein, solo con su nombre deja saber que hay mucho por saber de ella; también el hecho de que sea la tía de la Poniatowska a es un hecho interesante.

“Los demonios de mi cuerpo” de Sandra Frid es la autora de este nuevo libro, el cual fue creado luego de una dura investigación documental de la aclamada como la Undécima Musa, una mujer caprichosa, contradictoria a veces, sumamente inteligente (tal vez demasiado para su época). Símbolo sexual y referente de la moda; un ser lleno de excesos. La autora nos dice que Pita la acompaño durante la escritura, como dándole la bendición de como contaba las historias de su vida.

Guadalupe publicaba poemas en revistas, le gustaba la fama y siempre buscaba ser fotografiada. La peinaban todos los días, siempre menospreciando a la peinadora. También ninguneaba a los periodistas, “Si no sabes qué preguntar, ni te acerques. Si se trata de palabras, te gano porque de poesía seguro lo ignoras todo. Eres un pinche reportero, y yo una diosa. En esa cara de menso se nota que sólo escribes articulillos con faltas de ortografía”.

“Los demonios…” nos cuenta la vida de sus padres, Emmanuel Amor y Carolina Schmidtlein;  el cómo Pita coincidió con personajes de la cultura mexicana y sus amoríos; cuenta la vez que se reunió con varios escritores importantes en la Capilla Alfonsina, como el poeta, ensayista y narrador Alfonso Reyes, cuando le comentaron a escritores que Pita escribía poesía. Alfonso Reyes le pidió a Pita leer uno de sus poemas y Pita Amor sacó de su bolso un rollo de papel de baño, con las letras hechas un remolino y de color marrón y lo leyó:

“No sé si muero despierta

O si es que vivo soñando;

Sí sé que me estoy quemando

Y que todo me atormenta”.

Amor es una niña rebelde, es expulsada del colegio y se escapa con un hombre como 40 años mayor. Más adelante Frid narra, por ejemplo, la primera vez que pudo ver su primer libro publicado y que a su vez se relacionó con la muerte de su madre: “Ahora, justo ahora que empiezo a brillar, mi madre vuelve a ensombrecer mi camino, mi más grande alegría”.

Pero más allá de esta novela, si queremos conocer a Pita hay que leer sus libros, su “Poesía imprescindible” en estos poemas habla de su intimidad, busca explicarse el universo y explicarse a ella misma. Son una serie de mensajes íntimos donde declara alma perdida, pero viva y agradecida por la existencia.

“Diálogo Entre Poesía Y Pintura”, publicado de manera postuma, es la forma en que Amor puso en palabras 20 pinturas de Nacho Ortiz. “Yo soy mi casa” cambia entre una novela y el libro de memorias, sin orden y con variaciones de la realidad, de los personajes, los hechos y objetos, cuentan o tratan contar las experiencias y sentimientos de una niña que siempre estaba sola en medio de los salones y los sótanos de una gran casa que fue deteriorándose cuando sus padres gastaron su fortuna por querer mantener su nivel social.

Creo Pita Amos hubiera sido una diva en nuestros días, subiendo a redes sociales sus poemas pero siendo más famosa por sus acciones, definitivamente una mujer que debemos conocer más aunque ya no esté, que tal vez sería más comprendida en nuestros días que en su momento.

“Yo de niña fui graciosa, de adolescente llorona, en mi juventud cabrona y en mi verano impetuosa.”