ANSIEDAD Y DEPRESIÓN EN NIÑOS

Criterios Martha Vargas Vázquez

Sonríe, respira y ve despacio.


Los niños tienen miedos y preocupaciones, y de vez en cuando se sentirán tristes y desesperanzados. Tienen miedos intensos en diferentes momentos del desarrollo. Por ejemplo, los niños pequeños a menudo sienten mucha angustia al separarse de sus padres, al ir a guardería o escuela y no importa estén cuidados por otras personas Cuando los sentimientos de miedo y tristeza son persistentes o extremos podrían deberse a ansiedad o depresión. Debido a que los síntomas son principalmente pensamientos y sentimientos, a veces se les llama trastornos de internalización.

La Ansiedad en los niños se presenta cuando los niños no superan los miedos y las preocupaciones típicos de los niños pequeños, o cuando los miedos y las preocupaciones son tantos que interfieren con las actividades escolares, en la casa o en el juego, puede que se diagnostique un trastorno de ansiedad. Aquí les dejo algunos ejemplos de los distintos tipos de trastornos de ansiedad:

  • Sienten miedo al estar separado de los padres (ansiedad de separación).
  • Sienten miedo extremo acerca de una situación o algo específico, como los perros, insectos o ir al doctor (fobias).
  • Sienten miedo de la escuela o de otros lugares donde haya personas (ansiedad social).
  • Preocuparse por el futuro y acerca de que sucedan cosas malas (ansiedad general).
  • Tener repetidos episodios de miedo intenso, repentino e inesperado, que se producen con síntomas como palpitaciones del corazón o dificultad para respirar, o sentirse mareado, tembloroso o sudoroso (trastorno de pánico).

En los niños al igual que en los adultos la ansiedad puede presentarse en forma de miedo o preocupación, pero también puede hacer que los niños estén irritables y enfadados. Otros síntomas de la ansiedad también pueden incluir problemas para dormir, además de síntomas físicos como fatiga, dolores de cabeza o dolores de estómago. Algunos niños ansiosos no comunican sus preocupaciones y, por lo tanto, los síntomas pueden pasar desapercibidos.

Las afecciones relacionadas incluyen el trastorno obsesivo- compulsivo y el  trastorno por estrés postraumatico.

La Depresión es sentirse triste o desesperanzado en algunas ocasiones es parte de la vida de todos los niños. Si se tiene una perdida o algún cambio importante en la rutina de un niño puede provocar se sientan tristes o sin interés en las cosas que antes solían disfrutar, o se sienten indefensos o desesperanzados en situaciones en las que podrían hacer algo para cambiarlas. Cuando un niño siente tristeza y desesperanza persistentes, puede que se diagnostique depresión.

Estos son algunos de los comportamientos cuando el niño se siente deprimido:

  • Se siente triste, desesperanzado o irritable la mayor parte del tiempo.
  • No querer hacer cosas divertidas ni disfrutarlas cuando se hacen.
  • Cambian sus patrones de alimentación: comer mucho más o mucho menos de lo habitual.
  • Cambian sus patrones del sueño: dormir mucho más o mucho menos de lo normal.
  • Cambia su nivel de energía: sentirse cansado y sin fuerzas o tenso e inquieto la mayor parte del tiempo.
  • No prestan la atención en sus diferentes actividades.
  • Se siente despreciable, inútil o culpable.
  • Llegan a tener comportamientos autodestructivos o querer autolesionarse.

La depresión extrema puede hacer que el niño piense o intente suicidarse.

Los niños no hablan fácilmente de sus pensamientos de desesperanza e indefensión, y es posible que no parezcan estar tristes. La depresión también podría hacer que un niño cause problemas o actúe sin motivación, de manera que los demás quizás no noten que está deprimido o lo cataloguen de manera incorrecta como alborotador o perezoso.

Es necesario que sea revisado por un médico o un especialista como sería un psicólogo o psiquiatra, quienes deben hacer una evaluación. Es importante evaluar a los niños en forma rutinaria para detectar problemas de salud mental y del comportamiento. Algunos de los signos y síntomas de ansiedad o depresión son los mismos que en otras afecciones, como en el trauma. Existen síntomas específicos, como la dificultad para concentrarse, que pueden ser un signo del trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH). Es importante que se haga una evaluación meticulosa para obtener el mejor diagnóstico y tratamiento. La consulta con un especialista a determinar si la medicación debe ser parte del tratamiento. Se puede apoyar con terapia y que esta sea la mejor para el niño y su familia. La terapia del comportamiento incluye la terapia infantil, la terapia familiar o una combinación de ambas. La escuela debe ser incluida en el plan de tratamiento. En el caso de los niños muy pequeños, la participación de los padres en el tratamiento es clave. La terapia cognitivo-conductual es una forma de terapia que se usa para tratar la ansiedad o la depresión, en particular en niños mayores. Ayuda a que el niño cambie los pensamientos negativos en una forma de pensar más eficaz y positiva, lo cual conduce a un comportamiento más eficaz. La terapia del comportamiento para tratar la ansiedad debe incluir y ayudar a los niños a enfrentar y manejar los síntomas de ansiedad, mientras se los expone gradualmente a sus propios miedos.

Los tratamientos deben incluir varias maneras de ayudar al niño a sentirse menos estresado y a estar más sano, con una alimentación nutritiva, actividad física, suficientes horas de sueño, rutinas predecibles y apoyo social.

Debemos estar atentos ante el comportamiento de un niño, ya que ellos no expresan fácilmente sus sentimientos y malestares. Se debe buscar la ayuda necesaria si se observa alguno de los síntomas comentados. No podemos permitir ni arriesgar a que se llegue a una crisis que puede ser fatal por no observar el comportamiento de un niño.

No siempre puedes controlar lo que pasa en el exterior. Pero siempre puedes controlar lo que pasa dentro.

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