Por: Redacción Criterio Diario / Foto: Twitter: @JCarlos_Valerio
Mientras que los diputados resolvieron rápido el trámite, en el Senado tuvo que hacer 3 rondas de votaciones, pero al final de cuentas Alejandro Armenta quedó como nuevo presidente de la Mesa Directiva.
Al tercer intento, los legisladores decidieron, por mayoría de votos, dejar al morenista en el cargo para la LXV Legislatura.
Para que Alejandro Armenta llegara a tal instancia le ganó la votación interna en Morena a Higinio Martínez; Armenta ya era presidente del Senado y al Morena ser mayoría en el Senado, era casi segura su elección. La oposición se mostró negativa y, para sorpresa de nadie, avisaron que no apoyarían la propuesta.
La votación preliminar se tuvo que repetir, ya que 10 de los senadores no marcaron bien su boleta. Morena y los servicios parlamentarios señalaron, con base en el artículo 93 del Reglamento, que esos votos en blanco, al tratarse de planillas, se cuentan como asistencias y votos a favor.
En la segunda no se alcanzaron los votos necesarios; en la última ronda Alejandro Armenta se quedó como presidente del Senado, luego de obtener apenas 65 votos a favor de 122 posibles. Ricardo Monreal quedó a poco de alcanzar a Armenta.
Monreal, quien ni siquiera participó en la elección, se quedó con 52 de los votos. Algunos de los senadores tachaban el nombre de Alejandro Armenta y escribían el nombre del aspirante a la candidatura presidencial de Morena.
Alejandro Armenta, como muchos de Morena, viene de las filas del PRI. Con ese partido fue presidente municipal de Acatzingo, Puebla, además de legislador local y federal. También fue secretario de Desarrollo Social, durante el gobierno de Mario Marín.
En 2017, fue suspendido del PRI, luego de asistir a un evento en contra de la corrupción organizado por Morena. Armenta aprovechó y renunció, para irse con la 4T.
