Por: Redacción Criterio Diario / Foto: vanguardia.com
El subsecretario de Hacienda, Gabriel Yorio, al término de su participación en la LXII Asamblea de Gobernadores del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), afirmó que el Gobierno de México tiene un guardadito de 150,000 millones de pesos de dinero en efectivo el cual se va a utilizar como una fuente de financiamiento adicional fuera del presupuesto.
Gabriel Yorio, comentó que otro posible destino de este recurso sería para dejar un colchón de liquidez para 2025, para el próximo primer año de la próxima administración que entre a cargo del país y precisó: “Lo que les puedo decir es que existen colchones de liquidez en la Tesorería que no necesariamente están vinculados a la ejecución del Presupuesto, se van generando año tras año y eso va creando una acumulación de efectivo en la caja… El Presidente ya pidió de hecho, pensando hacia 2025, que se tomen acciones importantes para dejar planchado el primer año en términos financieros, esto implica refinanciar la deuda, bajar lo más posible los vencimientos de 2025 y también dejar colchones de liquidez para la nueva administración… Esos colchones existen, actualmente nosotros calculamos que hay cerca de 150 mil millones, que podrían ser utilizados como una fuente de financiamiento adicional, al programa de financiamiento que se aprueba cada año, no necesariamente para el Presupuesto”.
Por su parte Carlos López Jones, especialista en colocación de deuda privada argumentó que esos recursos son parte del dinero que tiene guardado el Gobierno en el Banco de México: “Pueden ser excedentes de deuda colocada, no usada, guardada precisamente por si hubiera un tema de liquidez o caída en la recaudación”.
El subsecretario, también comentó lo siguiente: “Tendemos a pensar solo en efectivo porque somos una economía que usa mucho efectivo, pero hay otro tipo de activos, puede ser cualquier tipo de activos gubernamentales o cuasi gubernamentales, que tenemos en nuestras diferentes tesorerías, no necesariamente en la Tesofe, porque eso está en el banco central”.
Rafael de la Fuente, economista en jefe para América Latina de UBS, cuestionó lo siguiente acerca de este tema: “De acuerdo con Hacienda, actualmente existen más de 600 mil millones de pesos en la Tesorería que podrían utilizarse para financiar cualquier desajuste… ¿Por qué este dinero aún no ha sido transferido a los fondos de estabilización?”.
Yorio, contestó que la Tesorería a veces llega a tener mucho más, pues tiene una estacionalidad muy marcada a lo largo del año, y que esto va a depender de las entradas y salidas del efectivo, por lo que dijo no tener un saldo específico, ya que usualmente podría ser un aproximado de 500 mil o 600 mil millones de pesos, los cuales no pueden usarse, y aclaró que estos recursos no pertenecen al Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios (FEIP), recordando que hay una regla sobre los ingresos excedentes que se generan cuando existen ingresos arriba de lo programado, por lo que la regla establece que estos excedentes nutren otros conceptos y hasta el cuarto lugar entra el FEIP.
El titular de Hacienda, también explicó que en las diferentes tesorerías normalmente hay inversiones en algún tipo de bonos, por lo que son activos que pueden depositarse en algún momento en el FEIP y luego el fondo puede recibir los intereses o puede usarlos para potenciar los recursos, o simplemente los puede vender; sin embargo, indicó que esa flexibilidad no existe en la actualidad: “Entonces queremos darle tres fuentes de financiamiento, actualmente tiene una, y queremos ser innovadores y que puedan existir otro tipo de mecanismos para poderle meter efectivo al fondo”.
Por último, expresó que en el paquete económico no existen recursos en el FEIP porque no se pueden depositar y no existe un mecanismo legal donde se pueda meter esos recursos al fondo de estabilización, destacando que para ello está proponiendo mantener la regla de los ingresos excedentes, así como poner dos fuentes de financiamiento adicionales, una cuando exista un ahorro y la segunda, sería una tercera fuente de financiamiento donde se pueda depositar activos financieros.
