Por: Redacción Criterio Diario / Foto Twitter: @chucho_cuerero
La Comisión para la Verdad del Caso Ayotzinapa (COVAJ), encargada por AMLO y encabeza Alejandro Encinas, presentó sus avances del caso el pasado 18 de agosto. Era un documento larguísimo y que afirmaba, entre muchos otros detalles, la existencia de unas inéditas capturas de pantalla.
Esas conversaciones de WhatsApp eran pláticas entre los principales actores, intelectuales y materiales, de la desaparición de los 43. Esos mensajes se filtraron a la prensa, en una columna de Peniley Ramírez, y contaban una historia escalofriante sobre lo sucedido con los jóvenes del caso Ayotzinapa. Llena de violencia, palabras crudas y groserías.
Meses después de los anuncios, el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) presentó ante la prensa los resultados de un peritaje informático forense que le realizaron a las capturas de pantalla de WhatsApp. En ellos se revela que esos mensajes de WhatsApp podrían ser falsos o simplemente, son demasiado inconsistentes.
La principal prueba es que las conversaciones y las capturas de pantalla que presentó la COVAJ de Encinas muestran un entorno de WhatsApp completamente diferente al que se habría utilizado en septiembre de 2014.
Algunos mensajes muestran las palomitas azules, que aparecen cuando la otra persona ha leído lo que escribiste, pero esas no se instalaron en WhatsApp sino hasta noviembre de 2014. Además, en otras capturas de pantalla vemos que aparece el ícono de videollamada, pero ese no apareció en la aplicación sino hasta el año de 2016.
Francisco Cox Vial, uno de los integrantes del GIEI, comentó que hay otros mensajes en los que las capturas de pantalla y la fecha de los mensajes no coinciden en nada.
Siguiendo con el análisis forense realizado a las nuevas pruebas que se presentaron sobre el caso Ayotzinapa, se reveló que la Metadata de los documentos no permite probar que son auténticos, especialmente porque no los celulares en los que se tomaron los screenshots no cuadran. En cerca de 181 capturas de pantalla presentadas por la COVAJ encontraron estas fallas.
“Esta evidencia es inconsistente y no puede ser considerada en un proceso judicial”, sentenció la CIEI en una conferencia de prensa en la que, además, acusaron que nunca fueron consultados en este procedimiento, que ni ellos ni las familias vieron las capturas antes de ser publicadas.
Denunciaron finalmente que el gobierno “intentó acelerar” la investigación, con malos resultados, pues únicamente han “aumentado la confusión y la perplejidad de las víctimas y de la sociedad mexicana. Han puesto en riesgo los avances del caso”.
Además de denunciar las fallas en las capturas de WhatsApp intentan diferenciar los avances de la COVAJ de los tropezones de la Fiscalía y a pesar de todo, reconocen los esfuerzos realizados para desmontar la verdad histórica impulsada por Murillo Karam.
