Cohete chino “Long March 5B” ya cayó en la Tierra y se estrelló en el Océano Pacífico; así se vio

Actualidad Global

Por: Redacción Criterio Diario / Foto Twitter: @FronteraSpacial

Los restos del cohete espacial chino “Long March 5B“, la última pieza de la estación espacial china Tiangong y que caían a la Tierra sin control finalmente impactaron en el Océano Pacífico a la 04:01 de la madrugada de este viernes, en concordancia con las predicciones de expertos.

Desde que China lanzó el cohete, el pasado 31 de octubre, los sistemas de vigilancia estadounidense (USSPACECOM) y europeo (EUSST) han estado observando con radares y sensores la reentrada en la atmósfera de CZ-5B, la parte central del cohete, una pieza de basura espacial de 23 toneladas y 30 metros de largo.

A través de su cuenta de Twitter, el diario español “The Objective” compartió un video breve en el que se puede ver cómo los restos del cohete chino “Long March 5B” estaban llegando a la atmósfera terrestre antes de impactarse en el Océano Pacífico.

El módulo del cohete pesa más de 20 toneladas, aunque la fricción contra la atmósfera habría desintegrado buena parte de esta chatarra espacial en su vuelta a la Tierra. Esta es la tercera vez en dos años que las autoridades espaciales chinas generan este peligro global, que la NASA ha calificado en otras ocasiones de irresponsable.

De acuerdo con la Agencia de Seguridad Áerea Europea (EASA), el cohete chino podía llegar a afectar las zonas de Santa María y Lisboa (Portugal), Canarias, Madrid y Barcelona (España), Marsella (Francia), Roma y Brindisi (Italia), Atenas (Grecia) y Nicosia (Chipre).

De esta manera, y para preservar la seguridad, se estableció un cierre del espacio aéreo de 100 kilómetros a ambos lados de la órbita del objeto espacial. Barcelona, Tarragona, Ibiza y Reus dejaron de operar, según ha informado Protección Civil de España, aunque también hubo retrasos en Barajas. Las medidas se levantaron luego del impacto.

Según EU SST, la masa del CZ-5B era de entre 17 y 23 toneladas y medía 30 metros. De esta manera se convertía en una las “piezas de escombros más grandes que reingresaron en el pasado cercano”, por lo cual decidieron hacer un seguimiento detallado, aunque finalmente, el cohete chino no impactó una zona poblada.