Por: Redacción Criterio Diario / Foto Twitter: @El_Disidente_
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura publicó la lista de las tradiciones consideradas como patrimonio inmaterial, como la baguette, el banquete festivo de Al-Mansaf en Jordania, las celebraciones del 15 de agosto (Dekapentavgoustos) en las comunidades de la montaña del norte de Grecia (Tranos Choros y el Festival Syrráko), la creación e interpretación del Oud en Irán, el toque manual de las campanas en España o la Semana Santa en Guatemala.
Desde Rabat, Marruecos, el Comité del Patrimonio Inmaterial de la Unesco anunció la lista de las tradiciones y costumbres reconocidas por su impacto social y cultural.
En el caso de la baguette, su elaboración es considerada como un arte culinario y resulta ser todo un símbolo para la sociedad parisina y gala.
“(La baguette) genera unas pautas de consumo y unas prácticas sociales que la diferencian de otros panes: una compra diaria que conlleva visitas regulares a las panaderías, una forma alargada que requiere exposiciones específicas”.
No está del todo claro el origen de la baguette, al menos no hay una versión oficial que precise cómo comenzó a elaborarse y por quiénes. Algunos especialistas dicen que la baguette fue importada de Viena (Austria) o que los panaderos del mismísimo Napoleón fueron quienes la crearon.
Lo único certero es que este alimento, hecho a base de harina, agua, sal, levadura y masa madre, comenzó a ser súper popular en la década de los años 20 del siglo XX en París, luego de que una ley prohibiera trabajar antes de las 4 de la mañana.
Según la versión popular, para tener listo el pan, los dueños de las panaderías comenzaron a hacer un pan mucho más largo, para de esta manera poder cumplir a tiempo con los clientes.
En la actualidad, en Francia hay hasta festivales y eventos especiales dedicados a la elaboración de las baguettes, símbolo de la comida y el arte culinario parisino, francés.