Por: Redacción Criterio Diario / Foto Twitter: @DrEliDavid
Red Bull arrancó con todo una nueva temporada de Fórmula 1 y se llevó un gran resultado en el Gran Premio de Bahréin, con Checo Pérez en segundo lugar. El piloto mexicano aprovechó su RB19 y los problemas de Ferrari, mientras Max Verstappen ganó la carrera.
A pesar de haber quedado segundo en la quali, Checo aceptó tener algunos problemas con su auto. No obstante, estos respondían a la estrategia del equipo y a enfocarse más en la carrera para sumar la mayor cantidad de puntos posible.
Después del GP de Baréin, Checo Pérez también se ubica segundo en el campeonato de pilotos con 18 unidades, aunque quiere pelear el campeonato.
Checo Pérez no pudo aprovechar el lugar que consiguió en la clasificación de Baréin y perdió la posición con Charles Leclerc. El mexicano quedó entre ambos Ferrari por un momento y tuvo que maniobrar, incluso mandando a Carlos Sainz fuera de la pista para poder quedarse con el tercer lugar.
En un principio la diferencia era mínima con el monegasco; sin embargo, con el pasar de las vueltas esta creció a más de un segundo y casi un segundo y medio. Para asegurar esa ventaja, Ferrari llamó a sus dos pilotos a boxes para cambiar neumáticos.
El momento de Checo Pérez llegó en la vuelta 17 del GP de Baréin y la parada en pits fue buena con 2.4 segundos; además, esto le permitió acortar distancias con Leclerc. La diferencia de ritmo entre uno y otro se notó de inmediato, incluso con el tapatío marcando vueltas rápidas consecutivas.
Checo Pérez recuperó el segundo lugar con DRS abierto y sin mayor resistencia de Leclerc, Red Bull volvió al 1-2 y la ventaja creció a casi 2 segundos; casi 5 vueltas después ya era de más de 5 segundos.
La segunda parada de Checo en pits fue un poco más larga, con 2.7 segundos; sin embargo, lo ayudó a mantener la posición y salió con gomas duras igual que Leclerc. Todo parecía marchar con normalidad y así transcurrieron varias vueltas hasta el primer abandono de Ferrari.
Charles Leclerc se quedó sin potencia y el auto no pudo más, por lo que llegó la bandera amarilla y el trabajo para sacarlo del circuito. El resto fue prácticamente un día de campo para Max Verstappen y Checo Pérez en Baréin.
