Por: Redacción Criterio Diario / Foto Twitter: @AlexandruC4
El pasado 16 de febrero, Joe Biden se encontraba en medio de la crisis que supuso el sobrevuelo del globo “espía chino” que, según acusaron después, ejecutaba “operaciones de recopilación de inteligencia” en territorio estadounidense.
Ese día, el mandatario se sometió a un chequeo médico de rutina en el que también se extirpó una “pequeña lesión” para una posterior biopsia. La información se detalló en el inciso de “vigilancia de cáncer de piel” del resumen médico publicado por el médico Kevin O’Connor.
Con la visita del mandatario a Ucrania, toda información anterior quedó enterrada por el movimiento mediático que generó esta movida secreta del líder demócrata de 80 años. Pero el tema volvió a surgir este viernes 3 de marzo en otro memorando enviado por O’Connor a Karine Jean-Pierre.
“Como se esperaba, la biopsia confirmó que la pequeña lesión era un carcinoma de células basales”.
“La lesión del carcinoma basocelular no tiende a extenderse ni a hacer metástasis, como algunos cánceres de piel más graves”, puntualizó el especialista, quien aseguró además que no se requieren tratamientos adicionales.
Esta no es la primera lesión de este tipo que se le extirpa a Joseph R. Biden Jr. Antes de comenzar la presidencia, padeció varias extracciones similares, añadió este viernes la Casa Blanca.
En el primer examen, Biden fue declarado “apto para el trabajo”. Estos diagnósticos son seguidos no sólo por quienes velan por el bienestar del mandatario, sino también por sus posibles contrincantes en una batalla electoral por el sillón presidencial en el próximo 2024.
La primera dama, Jill Biden, insinuó en una entrevista que su esposo sí apostará por otros cuatro años en la Oficina Oval. Ya su avanzada edad, que le hace representar el titular con más años en oficio, es un tema de debate entre las filas demócratas.
El carcinoma de células basales se considera un cáncer, pero de crecimiento lento. Se da fundamentalmente en la superficie de la piel y es extirpable con una intervención quirúrgica poco profunda.
La sombra de esta enfermedad ha estado perenne en la familia Biden, luego de que su hijo Beau Biden, considerado por muchos como el entonces sucesor de su padre en la política, falleciera en el año 2015 de cáncer en el cerebro.

