Soy una asesina… de plantas

Angelica Lobato Torres Criterios

Amo las plantas; a pesar de que odio la naturaleza, léase ir a acampar, los días de campo y esas cosas, amo las plantas, si pudiera tendría macetas de plantas en todos lados, ir a la sección de plantas del home depot y ver los sobrecitos de semillas y pensar, llevare uno a casa y tendré un huertito de hierbas aromáticas para nunca más tener que comprar orégano para mi pozole… pero luego recuerdo la triste realidad… soy una asesina de plantas.

Mis abuelas de ambas familias eran buenas con las plantas, una de ellas aún tiene el don de que echa las semillas de jitomate en una maceta y sin esfuerzo alguno tiene jitomatitos en un par de semanas; yo en cambio, no puedo comprar ni una plantita de 5 pesos que no muera a los pocos días, Dios sabe cuántos cactus han perecido bajo mis cuidados; en un caso sólo compre una maceta de gerberas, mi flores favoritas, la lleve a mi casa, las coloque en un lugar donde mi mamá tenía el resto de sus macetas y un par de horas la planta estaba como ahogada y no, no le había puesto una gota de agua.

Mi abuela decía que no era cierto hasta que me regalo 2 plantas de aguacate que duraron un par de días; aun así quiere regalarme un árbol de limón que de casualidad nació en sus macetas pero aun lo dudo y por supuesto ni me acerco a la planta donde enterramos las cenizas de mis papás, no pienso correr el riesgo.

Creo necesito “Cómo No Matar Tus Plantas” de Verónica Peerless; este libro, al parecer es como la guía básica para no hacer sufrir a un ser vivo; ¿Por qué el tallo se marchitó?, ¿por qué se caen las hojas? ¿Ya la ahogue? Explica todo sobre las plantas de interior: cuánta luz, agua, calor o humedad es necesitan, cómo rescatar a una planta… ¿Será esta la salvación a mis problemas?

Las plantas siento que dan paz y no necesariamente fumándolas; La “Guía Práctica De La Jardinería” de dice “Disfrutar de un jardín bien cuidado es un placer para los sentidos” y si lo creo, siento ha de ser un éxito personal el lograr que una semilla evolución y notar como cambia con las estaciones y el clima y luego crear un ambiente poniéndola bonita, con una maceta adecuada y piedras u otras plantas que creen un ecosistema feliz, como diría Bob Ross.

Además creo ha de ser muy satisfactorio el poder consumir algo que, literalmente, ayudaste a crecer y sabes que es sano; yo comí varias veces de los jitomates cosechados en la casa de mi abuela y ella era la más feliz y comía con más gusto.

También está el hecho de cultivar algo que puede curarte, porque reto a que aviente una piedra quien no se haya tomado un tecito de manzanilla para curar un dolor de panza; “Plantas Medicinales De Puebla: Una Visión Etnofarmacológica” de Allen J. Coombes (porque obvio un extranjero tenía que venir a estudiar las cosas tradicionales) presenta un análisis de 301 especies de plantas con uso medicinal que fueron reportadas en 3 diferentes municipios del estado de Puebla. Revisa su identidad taxonómica y su origen; sus usos, sus familias botánicas, datos químicos de las familias a las que pertenecen para entender el uso que los locales le dan a cada planta.

“Plantas Medicinales En Casa” de Carlota Mañez explica cosas más prácticas como el que el arándano puede ayudar a mejorar los síntomas de infecciones urinarias (aunque no las cura) o como aceite de olivo regula la tensión arterial. Da una selección de plantas con las que se puede elaborar remedios naturales para cada ocasión, eficaces y sin efectos secundarios; dónde comprarlas, cómo tomarlas y qué pueden hacer por la salud; aunque el libro quiere dar a entender que nunca ocuparas a un doctor, yo creo que es una guía para tener una opción natural de controlar los malestares antes de buscar el diagnostico de un médico que estudio por años y no esperar milagros por un libro que leímos en un ratito.

Pero como dice “Cuida Tus Plantas Para Que Ellas Cuiden De Ti” de Nena Von Flow, el contacto con las plantas nos ayuda a manejar el estrés de cada día. El contacto con las plantas nuestro día a día puede tener efectos positivos en nuestra salud física y mental. Excepto si las matas, como yo que estoy traumada.

Inicien bien lo que se dice llamar “Primavera” ya que el calentamiento global ha hecho que uno ya no sepa que esperar del clima y únanse a mí y empecemos a cuidar una planta… es el primer paso para saber que somos adultos responsables.