Soy de los que queremos a Stevie Nicks… digo Daisy Jones.

Angelica Lobato Torres Criterios

Ya sé que me he quejado de las adaptaciones de libros a series o películas, pero esta vez admito mi pecado y pues… amé “Daisy Jones & the six” o como se traduce en español “Todos aman a Daisy Jones” y no soy la única ya que la banda musical, creada de actores que aprendieron a cantar y a tocar instrumentos musicales, ahora ocupan el primer lugar en las listas de ventas de música e incluso planean una gira.

“Todos aman a Daisy Jones” nos cuenta la historia de un grupo musical estadounidense en los años setentas, como se unieron, lograron ser el grupo más famoso del mundo para separarse en su momento más exitoso, esto gracias a las drogas, el alcohol y el amor… o el desamor. Daisy es una mujer que nunca se ha sentido amada, su mamá era una matemática que nunca quiso ser madre, por lo que nunca tenía tiempo para apreciar el talento artístico de su hija que desde muy pequeña escribía poesía. Mientras tanto, los hermanos Dunn iniciaban una banda llamada “The six  (Los seis)” que no logró algún éxito hasta que Billy Dunn, el cantante y líder de la banda (de la cual se apoderó aunque su hermano fue el fundador), tuvo que entrar a rehabilitación por drogas y alcoholismo.

Cuando “Los seis” quieren volver a los escenarios, algo le falta a sus canciones, por lo que su productor le pide a Daisy Jones, a quien conoció por casualidad, luego de que uno de sus novios se hiciera famoso con una canción que le robó, que los ayude con sus canciones; cuando Billy y Daisy se conocen la química es instantánea pero a Billy le cuesta aceptar que Daisy es igual o mejor compositora que él y que, eventualmente, sería la más famosa, reconocida y querida por el público.

Las música que crean está basada en los sentimientos de Billy por Daisy, que sabe que ella sería perfecta para él, aunque él está casado y tienen una hija; y los de Daisy por Billy, ella lo ama y quiere que él deje todo por ella, sin ella tener que cambiar nada. Los dos tienen razón, los dos están equivocados y son egoístas, al grado de arrastrar a sus amigos y compañeros de banda a las consecuencias de su relación, entre ellas el éxito que logran sus canciones.

“Yo no quiero ser la musa de alguien, yo quiero ser “alguien”” es una de las mejores frases del libro y su definición del amor es perfecta: “Ojalá alguien me hubiera dicho que el amor no es una tortura. Porque yo creía que el amor era algo que se suponía que te partía en dos, que te rompía el corazón y que te lo aceleraba para mal. Creía que el amor era munición, y lágrimas y sangre. No sabía que se suponía que te hacía sentir más ligera en vez de añadirte peso. Que te convierte en alguien cariñoso. Creía que el amor era la guerra. No sabía que se suponía que era paz. Y ¿sabes qué? Incluso si lo hubiera sabido, no sé si habría estado preparada para aceptarlo o valorarlo. Entonces pensaba que ese amor era para otro tipo de gente. Si te soy sincera, pensaba que ese tipo de amor no existía para mujeres como yo”.

El libro es una historia de amor, pero no en pareja, es una historia de amor propio y de la falta de ese amor; Daisy siempre necesito que alguien la amara porque ella no sabía amarse a ella misma, Billy se ama demasiado y sabe que lo aman por lo que “puede” hacer y decirle lo que piensa y lo que siente a todos sin esperar alguna consecuencia.

“Todos quieren a Daisy Jones” está basado muy libremente en la historia de la relación entre los cantantes principales de Fleetwood Mac, Stevie Nicks y Lindsey Buckingham, los cuales nos regalaron grandes canciones en las que se tiraban indirectas nada sutiles de lo que sentían por el otro; si creen que Shakira tira canciones rudas a su ex pareja, ni se acercan a que Stevie maldijera a Lindsey con que siempre la recordará porque siempre va a escuchar su voz y sabra que lo que canta va dirigido a él… eso es ardidez y no jaladas.

Lean el libro, vean la serie, escuchan las canciones, tanto de Daisy como de Stevie, dedíquenlas, llórenlas, cantenlas… son joyas.