Reabriran el caso de Kiki Camarena en Estados Unidos

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Por: Redacción Criterio Diario / Foto Twitter: @LauraSanchezLey

El 23 de marzo pasado un juez federal de Estados Unidos determinó que el juicio de Kiki Camarena, el que se llevó a cabo por su asesinato, se reabrirá y se repetirá debido a que el FBI se inventó pruebas.

Enrique Kiki Camarena Salazar fue un agente encubierto de la DEA, la Administración de Control de Drogas de Estados Unidos, en México. En 1981 lo asignaron a la agencia de Guadalajara, año en que se infiltró dentro de Cartel de Guadalajara. Tres años después, en 1983, fue destruida una plantación de marihuana de mil hectáreas conocida como Rancho Búfalo, propiedad de Rafael Caro Quintero.

De acuerdo con la versión oficial, Caro Quintero ordenó el secuestro de Kiki Camarena, a quien torturaron por 36 horas antes de matarlo. Encontraron su cuerpo en un pueblo del estado de Michoacán.

Raúl López Álvarez era un policía judicial de Guadalajara que, de acuerdo con su condena, participó en el secuestro de Kiki Camarena y también habría participado en su brutal tortura, en 1988 fue condenado por 6 cargos relacionados con el caso en Estados Unidos y en 1992 un tribunal revocó dos de sus condenas por falta de pruebas. Le dieron más de 200 años de prisión. Pero, el ahora detenido logró demostrar junto con su defensa que varias pruebas que presentó el FBI en el caso para lograr condenado fueron exageradas y hasta inventadas.

Estas evidencias defectuosas fueron presentadas por un agente del FBI que en ese momento era jefe de la Unidad de Pelos y Fibras del Laboratorio, Michael Malone. Este agente del FBI y las personas a su mando hicieron análisis “científicamente insostenibles” en el lugar en donde mataron a Kiki Camarena, una casa en la calle Lope de Vega en Guadalajara y declararon testimonios exagerados que derivaron en que, al menos López Álvarez fuera sentenciado a más de 200 años de prisión en Estados Unidos.

“Por medio de las supuestas evidencias de Malone el gobierno estadounidense concluyó que tanto López Álvarez como otros de los acusados, Javier Vásquez Velasco y René Verdugo, fueron quienes estuvieron en la casa de Lope de la Vega y participaron en el asesinato“.

El juez federal John A. Kronstadt anuló las sentencias en contra de Raúl López Álvarez, quien no podrá salir de prisión bajo fianza y tendrá que enfrentarse al nuevo juicio tras las rejas.