Por: Redacción Criterio Diario / Foto Twitter: @alexescalera17
Tuvieron que pasar varios años para que Ferrari volviera a conquistar las 24 Horas de Le Mans, la prueba de resistencia más prestigiosa e importante dentro del automovilismo. El coche número ‘51’ de Alessandro Pier Guidi, James Calado y Antonio Giovinazzi fue el ganador absoluto de la 91º edición.
Después de 50 años de ausencia de la competencia, el ‘Cavallino Rampante’ hizo un regresó espectacular; se llevó su décima victoria absoluta en el Circuito de La Sarthe, además cortó la racha de Toyota, equipo que buscaba su sexta victoria consecutiva y que se tuvo que conformar con el segundo lugar con el coche ‘8’.
La pelea por la victoria fue entre la tripleta de Toyota conformada por Sébastien Buemi, Brendon Hartley y Ryō Hirakawavs contra los hombres de Ferrari, ambos equipos buscaron cruzar la meta primero, pero la fortuna estuvo del lado de los italianos, el 499P fue el primer coche en cruzar la meta, seguido por el GR010 Hybrid.
Un error en la salida de Hirakawa fue fundamental para la victoria de Ferrari; el japonés tuvo que entrar a boxes tras dañar la parte trasera y delantera del coche, en donde perdió tres minutos y el triunfo, los representantes del ‘Cavallino Rampante’ aprovecharon el despiste del rival y tomaron la delantera.
La última vez que la escudería italiana se coronó campeón en Le Mans fue en 1965, hace 58 años, una larga espera que rindió frutos, pues demostró que sigue siendo una potencia en las pruebas de resistencia, tal como en sus mejores años.
Ferrari demostró que sigue siendo uno de los equipos más ganadores del automovilismo, sin importar su ausencia de 50 años el Hypercar fabricado en su totalidad en las instalaciones de Maranello se llevó la corona.
