Por: Redacción Criterio Diario / Foto Twitter: @RusiaInforma
Aunque el presidente ruso, Vladímir Putin, dio por muerto al jefe Wagner al ofrecer sus condolencias por el deceso, hasta el día de hoy, el deceso no ha sido confirmado jurídicamente con pruebas de ADN, debido al estado en el que quedaron los cadáveres de los tripulantes.
El análisis del material genético podría llevar varios días en arrojar resultados, ya que depende de la entrega de muestras de los familiares directos de los fallecidos, explicó el médico forense, Vladímir Skakun.
El presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, que medió para sofocar el motín de los Wagner en junio pasado contra la cúpula militar rusa, afirmó que advirtió a Prigozhin a través de Putin de que contaba con información de que se preparaba un atentado contra él.
La advertencia fue recibida por el líder de los Wagner, quien le confirmó posteriormente que había recibido el aviso, agregó Lukashenko.
La detonación de un artefacto explosivo colocado en el compartimento del tren de aterrizaje del avión Embraer Legacy 600 de Prigozhin, se barajea como una de las posibles causas del siniestro.
Algunos medios señalaron la posibilidad de que la aeronave pudo ser abatida, intencionadamente o por error, por misiles de las unidades de defensa antiaérea que protegen una residencia de Putin, situada junto a la ruta que seguía el Embraer.
Así mismo, las autoridades rusas no descartan la posibilidad de que un desperfecto técnico o incluso un error de pilotaje fueran las causas del siniestro. En las redes sociales no falta quien sostiene que todo es montaje y que Prigozhin está vivo.
El Kremlin rechazó de manera rotunda las acusaciones de la oposición y las declaraciones de políticos occidentales de que Putin estaría detrás del accidente.
Los medios han recordado que Putin declaró en su momento que él no perdona la traición, como calificó la rebelión de los Wagner en un mensaje televisivo a la población el mismo día del motín, emitido el pasado 24 de junio.
Cabe recordar que en aquella ocasión la sublevación de los mercenarios incluyó su traslado a Bielorrusia y el Grupo Wagner fue despojado de su armamento pesado.
Con el accidente de la aeronave de Prigozhin, el grupo ha quedado sin nadie al frente, ya que también volaba Dmitri Utkin, su más destacado comandante y cuyo nombre en clave “Wagner” fue adoptado para todo el grupo, del que fue cofundador.
Entre los diez ocupantes del siniestrado Embraer Legacy 600 estaba Valeri Chekálov, responsable de la seguridad personal de Prigozhin y de parte de sus negocios, recientemente sancionados por Estados Unidos.
Lukashenko aseguró que los mercenarios del Grupo Wagner continuarán en Bielorrusia, donde se instalaron tras el fracaso de su rebelión.
“Wagner está vivo y vivirá en Bielorrusia por mucho que algunos no lo quieran”.
Restó importancia a las imágenes de satélite en las que se muestra que se ha reducido de tamaño el campamento de Wagner en la región de Moguiliov, ubicada al este de Bielorrusia.
“En unos días, todos estarán aquí, unas 10.000 personas”, recalcó al señalar que actualmente algunos wagneritas “están de vacaciones”.

