El capítulo en el que el más chistoso muere

Angelica Lobato Torres Articulos Criterios

No sé ustedes, pero para mí, enterarme que el actor de Friends, Matthew Perry haya muerto me afectó; no llore porque no me sorprendió, pero si me hizo sentir cosas, lo que ustedes saben que no es muy fácil siendo una persona tan lejos de mí. Desde el primer momento en que Friends se cruzó en mi vida y escuche por primera vez un chiste de Chandler Bing me identifique y dije… soy yo.

Aunque no era la intensión del programa, para mí, él fue el motivo porque siempre viera la serie; creo ciegamente que este personaje nos enseñó a que el sentido del humor sarcástico y un poco cruel no estaba mal, era un humor inteligente, el tener un comentario para todo es una señal de inteligencia que no todos teníamos para crear o para entender y si, a mis ojos si lo entiendas eras más inteligente y eras digno de platica y de amistad jejeje.

Hace unos meses, el sacó su libro “Amigos, amantes y aquello tan terrible”; después de que la serie terminó era complicado seguir su carrera, sus series y sus películas eran de distribución limitada y que llegaran a México era casi imposible, pero podíamos seguir su vida por las noticias y las redes sociales y veíamos que no iba bien y el libro nos compartió que tan mal estaba.

Mientras escribo esto, veo una entrevista que le hicieron cuando promocionaba el libro, no era la misma persona de la serie, pero puedo notar que lo que él quería en su vida era ayudar, cuando era más joven era haciendo que la gente se riera a pesar de un mal día y en los últimos meses lo que su mayor era poder decir a cuanta gente había ayudado su historia, cuando le contaban que entraban a rehabilitación gracias a lo que él había contado y ese quería fuera su legado

El libro es fuerte, y no lo digo por la historia en que, cuando eran niños, golpeo al actual primer ministro canadiense Justin Trudeau; sino por como su adicción inicia buscando la felicidad que veía en las otras personas, en su cerebro las cosas funcionaban diferente y, según lo que cuenta, el se sentía incapaz de sentir la felicidad sin la ayuda de una sustancia; no quería aliviar el dolor, no quería una experiencia mágica, lo que el quería era sentir la felicidad que veía en los demás, incluso la felicidad que el causaba en miles de personas que amaban a Chandler Bing.

Matthew Perry se perdió en el personaje de Chandler; él cuenta que llegó el momento en que quería tanto ser Chandler que la realidad perdió sentido; el lograr una relación, un matrimonio, hijos… algo que Perry sabía que quería, pero se sentía casi incapaz de tener al saber que no podría sentirse feliz; cuenta como hasta ver a sus compañeros le causaba tanto pesar por las adicciones, los veía y pensaba “¿por qué yo estoy hundido en esto y ellos no?”, sin embargo, nunca estaba en las grabaciones bajo la influencia del alcohol o de las drogas, porque no quería afectarlos.

Perry luchó contra sus problemas, intentó todo tipo de “métodos” de rehabilitación, incluso quiso abrir un centro de rehabilitación en su casa pero se dio cuenta que no hay dinero suficiente para curar a todos; pero quiso seguir compartiendo que la adicción no es algo por lo que uno tiene que culparse, que es algo con lo que tuvo que luchar toda su vida y, ciegamente creo, que esa era su misión, enseñar que la fama, el ser un genio, el dinero, el éxito, lograr todo lo que has soñado… nada es suficiente cuando tienes un problema.

Yo soy Chandler Bing, el del programa, el sarcástico, el que no lloraba pero cuando se abría la ventana no dejaba de hacerlo, la que hace un comentario que en mi mente suena chistoso pero puede ser algo hiriente, alguien que no se siente merecedora de muchas cosas pero no para de agradecer a los dioses que lo tiene por qué algo debo estar haciendo bien; y agradezco que Matthew Perry, Chandler Bing y Alex Whittman haya tocado a mi vida, tal vez en este momento se está dando cuenta de todas las vidas que tocó y toda la felicidad que causó y que seguirá causando.

Su libro inicia diciendo “¿Por qué estoy vivo? Debería estar muerto” … tenía una misión y la misión esta cumplida.