Vergonzosa derrota de la Selección Mexicana en Honduras

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Por: Redacción Criterio Diario / Foto Twitter: @LaHSomosTodos

La Selección Mexicana está acostumbrada a jugar en Estados Unidos contra rivales a modo y con un estadio lleno de aficionados tricolores, por lo que su visita a Honduras fue otro golpe de realidad, ni dominaron ni fueron peligrosos, es más, hasta completar un pase fue una misión imposible.

La Selección Mexicana arrancó con el pie izquierdo el partido contra Honduras en el Estadio Nacional de Tegucigalpa. Al minuto 6, Guillermo Ochoa fue arrollado por Anthony Lozano del Getafe y tuvo que abandonar el partido por una lesión en el hombro derecho, solo así pudimos ver a otro portero en el arco nacional.

Luis Malagón entró de cambio al minuto 21 y en menos de diez minutos recibió gol en contra, un gol que con Ochoa también hubiera entrado, porque desde que inicio el partido los hondureños fueron más peligrosos que los mexicanos y porque el error fue de la defensa mexicana, que nunca pudo sobreponerse a los hondureños.

La Selección cayó 2-0 ante Honduras y gracias a Jesús Gallardo no fueron tres, el jugador de Monterrey sacó de un cabezazo el balón en el primer tiempo, justo en la línea de la portería, aunque eso no evitó la derrota ni que en Tegucigalpa le cantaran el Cielito lindo a México, que se fue entre lagrimas y vergüenza.

México es la muestra de que se puede dar un partido muy bueno y luego uno terrible, quien pensaría que el mismo equipo que hace unas semanas demostró actitud, calidad y hambre contra Alemania, estuviera casi borrado de la cancha ante Honduras.

A los hombres de Jaime Lozano se les olvidó que los goles de visitante serán tomados en cuenta para desempatar el marcador final en los Cuartos de Final de la Nations League y que la victoria contra los hondureños era vital para tener casi en la bolsa el boleto a la Copa América.

La comunicación entre los seleccionados nacionales era nula, no hubo juego colectivo y como consecuencia no hubo un solo remate peligroso al arco, por si fuera poco, a México también se le olvidó prepararse para los juegos extremadamente bravos y físicos que hay en Centroamérica, están tan acostumbrados a jugar en Estados Unidos que no supieron ni como controlar tantas faltas.

Julián Quiñones al fin hizo su debut con la Selección Mexicana y ni con él en la cancha las cosas mejoraron, porque el problema no es solo de los elementos individuales, es también de su escasa capacidad de jugar en equipo, al parecer en algún punto de tantas gestiones se les olvidó que el futbol es un juego en equipo.