vdevendetta

Entre la espada, el amor y el cine: Napoleón por Ridley Scott

Articulos Criterios V de Vendetta

Interpretar a un personaje histórico conlleva una carga de expectativas y representa un reto para cualquier director, guionista y actor, sobre todo si se trata de uno tan polémico como Napoleón Bonaparte, de quien se han escrito miles de páginas analizando su vida, sus estrategias militares, sus relaciones sentimentales o sus actuaciones políticas; incluso la edición más vendida de El Príncipe de Maquiavelo es aquella en la que Napoleón hizo sus notas.

Ridley Scott dirigió la puesta en escena de la esencia de un personaje temperamental, casi rayando en el berrinche, profundamente enamorado de Josefina con quien mantenía incluso una codependencia emocional que iba más allá de lo afectivo, una relación de complicidad en lo militar y en lo político, con un amor enorme que solo se detuvo por la imposibilidad de Josefina de tener el heredero que el emperador de Francia necesitaba para preservar la estabilidad del Imperio.

El director refleja también la valentía del artillero que lo hacía exageradamente popular entre el ejército, a través de su enorme capacidad de hacer estrategias militares y la frialdad para dirigir a sus tropas en las batallas, además de la lealtad que le tenían sus oficiales que desde luego quienes por un lado se veían beneficiados del éxito del emperador, y por el otro, sujetos a sus impulsos y a todos los riesgos que asumió durante su vida.

Es imposible narrar 30 años de historia en 158 minutos de película, por lo que Scott dejó de lado por completo el genio político y caprichoso que era Napoleón así como sus acciones de gobierno, su obsesión por los césares, los monumentos y las obras públicas, aquel momento cuando secuestró al papa e intentó que la iglesia se sometiera a su mando, pero permitió a los franceses recuperar la religión, sus amantes y la influencia política que tuvieron sobre él, la creación del derecho civil, su pasión por las matemáticas.

También se quedaron de lado algunos de sus fracasos militares como España, el engaño que le hicieron algunos países como Prusia, las intrigas de sus hermanos y su cuñado Murat así como las de sus ministros, las miles de cartas que escribió, el amor que sintió por su segunda esposa María Luisa y su hijo y su entendimiento del concepto de revolución.

La visión de Ridley Scott sobre Napoleón busca en lo general capturar una nueva visión apegada a su historia, pero en lo particular a través de la intensidad emocional y algunas hazañas militares, dejando de lado importantes aspectos de su compleja vida y legado, recordándonos que la interpretación de un personaje histórico como Bonaparte es un desafío monumental que vale la pena ver.