Vacunas… ¿Si? ¿No? ¿Quisiese pero no pudiese?

Angelica Lobato Torres Articulos Criterios

¿Ya les dio la gripe de la temporada de fríos? Pues a mí no, y me preocupa un poco; normalmente con estos fríos cada año me daba una pequeña gripilla que me tenía un día muriendo en cama y después de mucho té y cantidades industriales de Vaporub podían curar; también he tenido otros señores gripones que requieren inyecciones y el año pasado me llegó la influenza… que no me importa lo que digan, es mucho peor que la covids normal que no te manda al hospital.

Aun parece ayer cuando todo esto del COVID comenzaba y la verdad no recuerdo mucho ya que durante un buen tiempo todo era lo mismo, todos los días y después comenzó el relajo de las vacunas, eso si lo recuerdo porque seré sincera, me puse mi sombrero de aluminio y dije ¿Cómo diablos las hicieron tan rápido y que tan seguros estamos de que no nos va a matar a todos por algún motivo después?

No dude en ponérmela, de hecho, si me hubieran dado la oportunidad de ser de esos conejillos de indias lo hubiera hecho; pero había muchas cosas en las que pensar en el caso de que por algún motivo algo saliera mal y en ese momento casi logró racionalizar el porque de que algunos papás, en especial en los países primermundistas, no quieran vacunar a sus hijos; aunque no, aun creo que los que deciden no vacunar son seres un tanto cuanto egoístas… Lo cual no es de todo malo o ¿Está mal pensar primero en nuestro circulo cercano y luego en la manada?

“Vacunas El Derecho A Elegir. Utilidad Y Efectos Secundarios” de Francois Choffat, habla de lo que yo sentía en el momento, el vacunarse no es algo que se pueda tomar a la ligera, como ya se los mencioné, ¿Cómo sabían o saben que va a salir mas caro el caldo que las albóndigas? Y también como es posible que muchos solo acepten la imposición de vacunarse o vacunar a las bendis sin realmente conocer sobre las enfermedades o los posibles efectos secundarios.

No digo que las vacunas sean malas, dios sabe que han salvado millones de vidas, ya sea de los que pudieron ser los pacientes asi como de los que deben cuidarlos; “Las Vacunas” de María Mercedes Jiménez Sarmiento nos cuenta la historia de las vacunas a través de los años y como la tecnología genética ha ayudado a que se puedan desarrollar para enfermedades que hace 10 años eran incurables o mortales pero también nos cuenta de que, como todo, es un negocio y otra vez, con las conspiraciones ¿Cómo sabemos que no los mismos laboratorios que crean las vacunas, no son los que crean las enfermedades para las que nos vacunamos?

En teorías de conspiración, tenemos el libro “Vacunas, Mentiras Y Publicidad” de Sylvie Simon, ¿Sabían que, según la información recabada por la autora, en Estados Unidos la población vacunada contra la influenza ha pasado de 15% en 1980 a un 65% en el 2010, sin que hayan disminuido las muertes causadas por dicha enfermedad? ¿Por qué las autoridades sanitarias ocultan el hecho de que las muertes causadas por el sarampión no han disminuido en los últimos 25 años, pese a que la vacunación se incrementado? Esta información no me hace dudar de ponerme una vacuna, pero si me hace dudar de las farmacéuticas.

Hablando del sarampión, ahora hay una ola de sarampión en Europa y si, el motivo que dan es la falta de vacunación en las nuevas generaciones; pero que alguien me explique ¿cómo es que, si la mayoría de los demás niños están vacunados, un virus que se ha tratado de controlar durante décadas aún puede afectar a cientos de niños? Conspiranoica…

Yo creo no se pierde nada vacunándose, tristemente en nuestro sistema medico gratuito como el de Dinamarca, al menos yo, me encuentro en el grupo social que todavía aguanto y no soy merecedora de las vacunas, aunque quiera que me las pongan… No queda más que cuidarse y tener el vaporub a la mano.