Hoy como en otras ocasiones, he decido hablar de cine; hay una película reciente, se llama “Nyad”, cuenta con varias nominaciones a los Óscar, y ya ha obtenido prestigiosos reconocimientos en otras premiaciones. La película es a mi parecer, entretenida y de hecho, aunque inicialmente puede pensarse que es una película más de superación personal y de la carrera por lograr un objetivo difícil, que desde el primer minuto de la película ya se conoce, la persistencia y definitivamente, la ausencia del elemento “suerte” hace de esta película, la recreación de una historia un tanto diferente y en ello, sorprendente.
Pero en lo que realmente medité al finalizar de ver esta película, es acerca de esta tendencia global relacionada con incorporar en el cine, en la música, en los diseños visuales, etc. un mensaje según el cual, TODOS Y CADA UNO SOMOS ESPECIALES Y VALIOSOS, y nuestras capacidades y habilidades están condicionadas a NUESTRA VOLUNTAD, y bajo esa lógica NO HAY LÍMITES PARA SOÑAR, y que al SOÑARLO ES POSIBLE solo es cuestión de HACERLO.
No quiero entrar en debates, sobre la veracidad absoluta o la falacia total de dichas afirmaciones, solo que como una especie de “aguafiestas” e inquieto político, me planteo entonces: ¿qué pasará con esta sociedad corrupta, clientelista y un tanto mediocre?, ¿será que en un futuro donde las personas se potencialicen a su máxima expresión, las costumbres desleales que rigen nuestro comportamiento social se modificarán?, o en general, ¿qué implicaciones tiene este objetivo actual de superación personal un tanto desmedida, donde las personas quieren ser los mejores en su oficio y conforme ello, obtener dinero suficiente para vivir de manera resaltante?, ¿estás personas también tendrán interés por las necesidades comunes? ¿por la satisfacción de necesidades públicas insatisfechas?, como el agua potable, la conservación de áreas de especial protección ambiental, el urbanismo consciente, la administración correcta de recursos fiscales, el fortalecimiento del régimen pensional, etc., es decir, en esta sociedad donde todos desean ser autosuficientes, adinerados y estéticamente aceptados, ¿cabe también, el componente de pertenencia a una sociedad y la comprensión de la responsabilidad de ser ciudadano sigue siendo esta sociedad futura, un compuesto de “animales políticos”?, básicamente, esta idea tiende a convertir a los ciudadanos del futuro en ¿animales individuales y apolíticos?.
Y aunque inicialmente decidí no expresar una posición personal sobre este fenómeno mundial de “todo es posible y todos somos especiales y fantásticos”, lo cierto es que, también es válido preguntarse, ¿qué pasará cuando comprendamos que no todos somos fantásticos, ni especiales ni determinados por nuestra voluntad, sino que, la superación de las actuales condiciones económicas de una persona, si bien están ligadas en múltiples casos a sus capacidades y habilitades cognitivas y físicas., el logro trascendental de la superación de la brecha entre ricos y pobres, continua estando determinado por la posición económica en la que se nace (familia y riqueza generacional), la presencia aleatoria de un coeficiente intelectual alto, (genialidad), y el éxito criminal; claro, debo aceptar una nueva causa actual de riqueza, la cual no logró encasillar correctamente, pero esta direccionada con este sector nuevo de la población del entretenimiento en redes sociales, que gracias a su carisma y a la aleatoriedad de las redes de consumo visual, están acumulando riquezas.
Algunos ya empezamos a hacer las paces con no ser “fantásticamente exitosos” o “admirablemente millonarios”, quizás este ejercicio ayude a contrarrestar la presión de consumo afanado por el individualismo desmedido, y en su lugar, promueva el sentido de comunidad necesario para la coexistencia.
