El Padrino, el icono inmortal del cine

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Desde su épico comienzo en 1972 con El Padrino, pasando por su aclamada secuela en 1974, El Padrino: Parte II, hasta su conclusión en 1990 con El Padrino: Parte III, esta saga cinematográfica no sólo trasciende el género del cine de mafia, sino que también se convierte en un clásico inmortal para todos aquellos amantes del cine.

El Padrino se basa en la novela homónima de Mario Puzo, publicada en 1969. La historia narra la vida de la familia Corleone, una poderosa dinastía de la mafia italoamericana, liderada en sus inicios, en la década de 1940, por Don Vito Corleone, un poderoso jefe mafioso con un fuerte sentido de la familia, interpretado por Marlon Brando, quien también destaca por la improvisación de muchas de sus líneas icónicas en la película. De hecho resulta curioso que Al Pacino inicialmente no estaba en la lista de candidatos para interpretar a Michael Corleone, sin embargo, su audición impresionó tanto a Francis Ford Coppola, el director, que terminó siendo elegido para el papel, lanzando así su carrera hacia la fama.

La primera entrega de la trilogía fue objeto de controversia debido a las presiones de los sindicatos y las preocupaciones sobre la representación de la comunidad italoamericana. Sin embargo, estas críticas no impidieron que se convirtiera en un éxito de taquilla y crítica tanto comercial como para la crítica. Fue nominada a once premios de la Academia, ganando tres de once nominaciones en los Premios Oscar en 1973 a Mejor Película, Mejor Actor para Marlon Brando, quien rechazó el premio en protesta por la representación de los nativos americanos en Hollywood y Mejor Guión Adaptado, escrito por Mario Puzo y Francis Ford Coppola.

La Parte II, desarrolla una historia entre flashbacks que muestran el ascenso al poder de un joven Vito Corleone y la vida actual de Michael Corleone, quien enfrenta desafíos tanto en su familia como en sus negocios, y que, sin duda alguna, de las tres entregas ha sido la más reconocida, ganó seis premios de la Academia en 1975, incluidos Mejor Película, Mejor Director para Francis Ford Coppola y Mejor Actor de Reparto para Robert De Niro, por su interpretación de Vito Corleone joven.

Aunque la tercera entrega fue nominada a siete premios de la Academia en 1991, no obtuvo ningún reconocimiento. Esta última retoma la historia de Michael Corleone en la década de 1970, mientras intenta legitimar sus negocios y redimirse por los pecados de su pasado. Pese a ello, se encuentra luchando contra viejos enemigos y enfrentando nuevas traiciones dentro de su propia familia.

Además de establecer un parámetro en términos de narrativa, dirección y actuación, El Padrino también redefinió el género del cine de gánsteres. A diferencia de otras películas de la época, Coppola logró crear un universo cinematográfico inmersivo, donde los personajes son complejos y multifacéticos, y las relaciones familiares están entrelazadas con la intriga criminal. El Padrino no glorifica la violencia ni romantiza la vida criminal, en su lugar, presenta una mirada más realista, profunda y compleja a la mafia siciliana, mostrando sus códigos de honor, sus complejas relaciones familiares, la moralidad y las terribles consecuencias de sus acciones inspirando a una gran cantidad de películas que la imitaron este estilo, como Goodfellas (1990) o Casino (1995).