¡ME FALTÓ AMARME!

Criterios Martha Vargas Vázquez

En lugar de esperar que me amaran

Todos los seres humanos necesitamos amar y sentirnos amados, esto es desde el vientre de la madre que empezamos a experimentar este sentimiento de amor.

De niña esperaba que mamá me diera un abrazo y me dijera que me amaba, muchas veces no sabemos cómo tomar la iniciativa de dar una muestra de amor y si nunca la recibimos no aprendemos hacerlo. Es muy importante el contacto físico y la muestra de amor por parte de los padres para los bebés, es el principio de aprender amar y saber cómo demostrarlo.

De adolescente esperaba gustarle a un grupo de chicas o a el chico que me gustaba. Y como cuesta trabajo adaptarte en esta etapa de vida a los grupos de gente de tú misma edad y aprender a demostrar cariño y recibirlo. Nos sentimos poco adaptados a todas las situaciones que se presentan en esta etapa y no sabemos cómo demostrar amor para nuestros padres, hermanos, familia, amigos y gente a nuestro alrededor.

Cuando elegimos compañero de vida esperamos que fuera atento, romántico y muy cariñoso. Que siga el enamoramiento como es al principio del noviazgo cuando todo es amor y dulzura y estamos llenos de atenciones. Nos sentimos tan bien como en éxtasis por tanto amor que se nos demuestra y que nosotros sentimos.

Pasaron los días, los años y yo esperaba que siguieran las flores, los chocolates, las serenatas, las noches románticas y todo se va enfriando y algunas veces nunca llegan a la vida de uno. y esto no es que dejemos de amar o querer a la persona, simplemente como ya no hay esa muestra se va perdiendo la costumbre de uno demostrarlo. 

Conforme pasan los años y hacemos un balance de todo lo que nos ha tocado vivir, de lo que hemos recibido de las demás personas y de lo que hemos dado, quizás dimos mucho y nos dieron poco. Dimos lo suficiente y no reconocimos la reciprocidad o esperábamos más Hoy en mi atardecer veo hacia atrás y me doy cuenta de que no me faltaron personas en mi camino que me amaran.

Lo que me faltó fue amarme más a mí misma, consentirme, apapacharme, cantarme, hablarme bonito, consentirme y no esperar nada de nadie, todo es efímero más cuando de amor se habla. Me falto no delegar mi poder a nadie, solo ese poder era mío, quizás no esperar tanto de todos, cuando todos no daban nada o no les interesaba dar.

Los seres humanos somos egoístas ya que nos gusta que los demás nos den, pero nunca buscamos ser recíprocos, como si el dar nos desgastara o terminara con nosotros. Aparte vivimos sufriendo por expectativas que hacemos de la gente que está a nuestro alrededor y pensamos que van a actuar de alguna forma o van a dar lo mismo que damos y ellos simplemente son como son y la desilusión se vuelve nuestra cuando no reaccionan como esperábamos. Muchas veces por nuestra educación nos cuesta ser los primeros en demostrar algún sentimiento, pensando que a quién se lo demostremos no verá bien de parte de nosotros el hacer tal o cual muestra de cariño, amor y aceptación.

Dejamos olvidado a nuestro niño interior, ahí en un rincón donde no volvemos a acordarnos de él y sobre todo de la falta que le hace saberse querido por nosotros mismos. Nunca es tarde para sacarlo del olvido y hacerlo sentir cual amado es por nosotros.

Hoy en mi atardecer veo hacia adelante, me abrazo y me pido perdón porque por mucho tiempo me menosprecié, me dejé de lado, ahora me revaloro y me aferro más a mí, sabiendo que no es ego es amor propio.

Me falto ser mi más y verdadero amor.

Página en FB www.facebook.com/tanatologiaadiosalduelo

Instagram @marthatanatologa